Martín Gaite deshojaba las palabras quitándoles delicadamente sus letras una a una. Octavio Paz disfruta, sin embargo, quebrándolas en dos, cortándolas, despedazándolas, degollándolas, para después pegarlas o coserlas a lo Frankenstein. Le gusta humillarlas, torturarlas, matarlas de hambre o alimentarlas de basura hasta que estallen... "A veces –dice- los fragmentos siguen viviendo... saltan, danzan, botan y rebotan..." Sin embargo, confiesa, de los injertos (es decir, de la unión del trozo de una palabra con el trozo de otra) resultan casi siempre monstruos... Y eso que hay tantas combinaciones como gustos. Otros cirujanos del lenguaje, como Urberuaga o Coll, que se aplicaron a recoser las dos mitades, un poco a la buena de Dios, lograron también monstruitos, pero, eso sí, monstruitos graciosos. |
DEFINICIONES
CIEGALAS: f. Crustáceos marinos de sabor exquisito que degustan los invidentes.
CIENICIENTO: m. Doscientos, pero pobre, desgraciado, sin suerte.
CIERVANTES: n.p. Ilustre escritor español del siglo XVI, que trató en sus obras el problema de los cuernos, junto con el idealismo y lo material.
CIRUAJENO: (Med.) Doctor en medicina que opera a un enfermo que no le pertenece.
COBARDINA: f. Sobretodo de tela impermeable con que se cubren los que no tienen valor ni espíritu para aguantar la lluvia.
COBRE: Y quédese con la vuelta.
COJONUDO: adj. Agarro el lazo que se estrecha y cierra y es difícil de soltar.
COLUMNIA: f. falso testimonio en vertical y con capitel.
CONCIENZURDA: f. Persona que, al hacer examen de conciencia, se da cuenta de que es de izquierdas.
José Luis Coll |
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