Principat d'Andorra
Sant Cristòfol de Anyós
(Anyós, La Massana)
42º 32,098'N ; 1º 31,586'E
El templo del siglo XII, era uno de los más pequeños de Andorra con una nave
de poco más de cinco metros de largo. Estaba rematada al este por un
ábside semicircular. Fue profundamente reformado en el siglo XVI, modificando
la anchura de la nave y su altura.
Del templo románico se conserva el ábside y buena parte de los muros norte y
oeste. En esta ampliación se aprovechó la parte baja de la torre de
campanario, que estaba adosada al muro sur, junto al ábside, para ensanchar la
nave, convirtiéndose el ángulo sudeste de la torre en la esquina de la nueva
nave.
El templo está formado por una sola nave, cubierta con madera y acabada en un
pequeño ábside semicircular liso.
Hacia 1930 se descubrieron unas pinturas murales románicas,
atribuidas al maestro de Santa Coloma. Pocos años más tarde fueron arrancadas y adquiridas por el
anticuario
madrileño Sánchez Villalba, que las vendió a un coleccionista particular de
los Estados Unidos de América. En 1939 estuvieron expuestas en la Brummer
Gallery de Nueva York, pero a partir de aquel momento se les perdió la pista.
En 1981, J. Sureda publicó el libro La pintura románica en Catalunya
dónde afirma que estas pinturas forman parte de una colección privada de
Madrid.
Gracias a una fotografía, que se conserva en el Archivo Mas, podemos saber
que el fragmento en cuestión está datado en la segunda mitad del siglo XII y
tenía representados tres personajes con las cabezas nimbadas, de clara
tradición bizantina. La central representaba a la Virgen María, vestida con una túnica
de color claro y manto oscuro. Con la mano izquierda sostiene un cáliz,
mientras que la derecha está tendida en actitud de bendición. Recuerda mucho
a las imágenes de la Virgen de
Sant Romà de les Bons y de
Santa Coloma. Flanquean a Maria dos santos, que se han identificado como
San Pedro a la
izquierda y San Pablo a la derecha.
Actualmente podemos observar en el templo pinturas murales de época gótica y
también barroca pintadas durante los siglos XIII y XVI.
En el tambor absidal encontramos las pinturas góticas, que representan la
Última Cena.
En el lado izquierdo del presbiterio encontramos representada una escena del
Juicio Final. En el registro superior vemos como se juzgan las almas y los
dichosos suben hacia el Cielo. En el registro inferior las almas de los pecadores son castigadas por unas bestias.
En el lado derecho encontramos una imagen de San Cristóbal de grandes
dimensiones, por que la tradición habla de él como si fuera un gigante y
por este motivo se le representó de este modo.
En el interior del templo se conserva un retablo del siglo XVI y que se
construyó para cerrar el espacio del ábside. En él se narran diferentes
escenas de la vida de San Cristóbal, así como algunos de sus milagros. Su
estructura nos recuerda mucho al de Sant Joan de Casellas y
al de Sant
Miquel de Prats, lo que nos hace pensar que fueron hechos por el mismo
autor, si bien las imágenes de los plafones son hechas por una mano
diferente.
También se conserva una pila bautismal. El bloque de granito está tallado de
forma irregular y todavía conserva la cerradura y parte de la tapa añadidos
con posterioridad.
La puerta de acceso actual se sitúa en el ángulo suroeste. Para acceder a
ella hay que subir siete peldaños. Está formada por un sencillo arco de
medio punto de dovelas irregulares. Apenas al cruzar la puerta, en el lado
derecho, todavía se conserva la pila de agua bendita.
En la puerta se conserva el tirador de tradición románica.
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