Provincia de Barcelona
Castillo de Miralles
(Santa Maria de Miralles, Anoia)
41º 31,128'N ; 1º 31,121'E
La primera mención que encontramos del castillo de Miralles data de la época
de la primera
repoblación del valle del río Anoia.
Se
trata del documento de cesión del castillo de la Roqueta, hecho por el conde
Borrell II a un tal Isarn, en el año 960.
El
mismo conde, pocos años más tarde, cedió la mitad de los derechos la
sede de Vic y la otra mitad a Ènneyec Bonfill de Cervelló.
Este fue infeudado por el obispo de Vic, consiguiendo ser así el señor del
castillo de Miralles.
El
linaje de los Cervelló mantuvo el control del castillo hasta bien entrado el
siglo XIV.
De
hecho en 1347 Guerau de Cervelló se intituló como señor de la baronía de La
Llacuna y el castillo se encontraba dentro de esta baronía.
A
partir de este momento el castillo pasó por las mismas manos que la baronía,
formando parte de los territorios de estirpes como los Montcada, los
Medinaceli, los Aitona o los Moja.
Del recinto fortificado se conserva buena parte de su perímetro, que casi era
rectangular.
Los fragmentos de muros que se han conservado, en la mayoría de los casos
superan los tres metros de altura y el metro de anchura.
Se
cree que el acceso al castillo se realizaba por el sector más septentrional,
aunque por el mal estado de este sector no se puede afirmar con rotundidad.
Las paredes están realizadas con sillares pequeños, poco trabajados, que en
alguna ocasión se disponen en forma de opus spicatum.
Alrededor del castillo se organizaba el núcleo de población, especialmente en
el rellano que se forma unos metros al sur de la fortaleza.
Allí también se construyó la
iglesia de Santa María.
El
núcleo urbano fue creciendo y fue necesario construir una nueva muralla que lo
protegiera por el sur, donde las propias casas formaban parte del sistema
defensivo.
En
sus dos extremos había dos torres, probablemente ya construidas en el siglo X,
pero que se fueron adaptando a lo largo de los siglos.
La
mejor conservada es la del lado este, conocida como torre albarrana, pues
protegía el camino de entrada al pueblo.
Actualmente ha sido habilitada como mirador.
|