Principado de Asturias
San Esteban de los Caballeros
(Aramil, Siero)
43º 23,054'N ; 5º 36,928'O
Por sus características constructivas y escultóricas, podemos datar el
edificio en el siglo XII, si bien no es hasta el año 1240 que tenemos
constancia escrita de su existencia, momento en que fue donada por Alvaro Díaz y
su esposa al monasterio
de Valdediós.
Está formada por una sola nave, acabada en un ábside semicircular. El arco
triunfal es de medio punto y se apoya en dos columnas adosadas, que tienen los
capiteles esculpidos con motivos vegetales, entre los que vemos palmas, piñas
y racimos de uva. También está decorada con flores de cuatro pétalos la línea
de imposta que recorre el ábside y llega hasta los muros laterales.
En el centro del tambor absidal se abre una ventana de medio punto. Está
decorada con una arquivolta decorada con zig-zag. La protege un guardapolvo decorado con hojas de acanto. La arquivolta se apoya en dos
impostas decoradas con motivos geométricos. Ésta se prolonga por el resto del
muro esculpida con un ajedrezado.
También están esculpidos los canecillos dónde se apoya el tejado del ábside
y el tramo presbiterial. Se han representado motivos geométricos, bestias
monstruosas y también figuras humanas, entre las que destacan una pareja, un
monje leyendo, un hombre transportando una tina. También están esculpidas
las metopas con motivos florales.
Se accede al templo por dos puertas. La principal es la del muro oeste. Está
formada por dos arquivoltas de medio punto protegidas por un guardapolvo
ajedrezado. La arquivolta exterior está decorada con un motivo de zig-zag,
mientras que la interior es lisa.
Las arquivoltas se apoyan en dos parejas de columnas con los capiteles
esculpidos con motivos vegetales y entrelazados.
Sobre la portada vemos una calavera esculpida, colocada en 1961. Estaba en el
cementerio parroquial, pero se desconoce cual era su origen.
La otra puerta se encuentra en el muro sur. Es de menores dimensiones y está formada
por un arco de medio punto con dos arquivoltas protegidas por un guardapolvo
decorado con rosetas, que se prolonga por las impostas.
La arquivolta interior está decorada con rollos zamoranos, como los que
encontramos en la
Puerta del Obispo de la catedral de esta ciudad castellana, mientras que
la exterior está decorada con cabezas picudas, de tradición normanda,
similares a los de Santa
Maria
de Lugás o San Juan
de Amandi.
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