Principado de Asturias
San Salvador de Valdediós
(Valdediós, Villaviciosa)
43º 26,203'N ; 5º 30,429'O
Nos encontramos ante el último conjunto palatino de la monarquía
asturiana. El único testigo que queda en pie de todo el recinto es la iglesia
de San Salvador, conocida como el Conventín. Fue consagrado el 16 de
septiembre del año 893 en una solemne ceremonia, que contó con la presencia
de siete obispos, tal y como consta en una lápida de mármol, que podemos ver
en la denominada Capilla de los obispos. Se trata de un pequeño pórtico
situado al final del muro sur, a continuación del pórtico real.
El templo tiene planta basilical de tres naves divididas en cuatro tramos. La
central es mucho más ancha que las otras dos y están separadas entre si por
pilares de planta rectangular, que sostienen arcos de medio punto. Las
bases de los pilares más próximos a la cabecera tienen unas marcas que corresponderían a los puntos de
anclaje de la verja que servía por dividir el
templo, de acuerdo con el ritual hispano visigodo. Todas las naves están
cubiertas con bóveda de cañón.
La cabecera está formada por tres capillas rectangulares, cubiertas también
con bóveda de cañón, recubiertas con restos de pinturas murales. Sobre la
capilla central se levanta la cámara secreta, que se comunica con el exterior
a través de una ventana de dos arcos. El ábside central se abre a la nave a
través de un arco triunfal apoyado en dos columnas adosadas.
Sus capiteles están decorados con grandes hojas vegetales, similares a los
que podemos encontrar en San Salvador de Priesca. Con respecto a las naves laterales, los
capiteles están decorados con hojas de acanto. Son capiteles tardorromanos,
probablemente reutilizados de la cercana villa romana de Boiges. El fuste
también parece aprovechado, tanto los de las naves laterales como los de la central,
ya que los materiales utilizados son nobles y no encontramos ninguna otra
muestra similar en todo el Concejo de Villaviciosa.
En el ábside principal encontramos una ventana formada por tres arcos. En el dintel
se puede leer una inscripción referente a la consagración del templo. Sobre este
encontramos pintadas las tres cruces del Gólgota. Todo el conjunto está
enmarcado por dos columnas con capiteles esculpidos con motivos similares a
los del arco triunfal.
En el interior del templo podemos ver restos de policromía en todos los muros y
bóvedas. Desgraciadamente sólo nos han llegado algunos fragmentos. En la
capilla principal podemos ver unos grandes ángeles pintados con posterioridad
sobre los motivos geométricos prerrománicos.
A los pies de la iglesia y sobre el pórtico, se levanta una tribuna real. Se
accede a ella por una escalera situada en la nave del lado sur.
La fachada principal está dividida verticalmente, mediante dos contrafuertes,
en tres espacios, correspondientes a cada una de las naves. En el cuerpo
central encontramos un arco de medio punto que da paso al pórtico de entrada
de la iglesia. En él podemos ver dos aposentos laterales, destinadas al
cobijo de peregrinos. Por encima del pórtico podemos ver una ventana de dos arcos coronada con un relieve esculpido de la Cruz de la
Victoria, símbolo utilizado por Alfonso III. Remata la fachada una espadaña
con una almena de clara influencia califal.
En la fachada sur encontramos un elemento que hasta el momento no se había
dado en el prerrománico asturiano. Se trata de un pórtico estrecho y
alargado, cubierto con bóveda de cañón dividida en cinco tramos por arcos
fajones de medio punto. Estos se apoyan en capiteles decorados con motivos
vegetales. Los del muro norte se apoyan en columnas adosadas, mientras que los
del lado sur no tienen fuste. Este pórtico es conocido como el Atrio Real.
Junto a este edificio se levanta el monasterio de Santa Maria de Valdediós,
el único monasterio cisterciense asturiano que mantiene la estructura original.
El templo es una obra románica del siglo XIII. El resto de dependencias se
construyeron entre los siglos XVI y XVIII. Durante mi visita a Valdediós, el
monasterio estaba en plena fase de restauración y no se realizaban visitas.
Tendré que esperar
a otra ocasión para poder contemplarlo sin andamios.
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