Provincia de Barcelona
Claustro de la Catedral
(Vic, Osona)
Las primeras noticias del claustro de la catedral datan del año 1058 . Estaba
formando por unas galerías de arcos de medio punto muy simples, sin columnas
ni capiteles. Es por este motivo que en el siglo XIV se decidió construir uno nuevo, mucho más lujoso.
A pesar de todo, se decidió mantener el claustro románico y edificar el nuevo
encima suyo, limitando así su perímetro. La separación entre los dos pisos se
realizó mediante una línea de imposta.
Se empezó a construir en el año 1318, bajo la dirección de Ramon Despuig, por la
galería adosada al muro sur de la catedral. La siguiente en construirse fue la
del lado de poniente, que estaba adosada al palacio episcopal.
En 1332 se inicia la construcción del ala de levante. Dificultades económicas
y la crisis que sufrió la ciudad a raíz de las mortalidades del año 1348
hicieron retardar el ritmo de las obras, que no se terminaron hasta el año 1350.
Tres años más tarde se acababan las estancias de esta galería, entre ellas la
sala capitular.
Cuando se reconstruyó el claustro se cambió la ubicación de la sala capitular.
Quedó ubicada en el ángulo nordeste, sobre lo que había sido la sala de los
canónigos, lo que provocó que se mutilara su portalada. Estaba formada
por un arco e medio punto decorado con arquivoltas, sobre las que encontramos
un tímpano esculpido según el estilo flamígero. A ambos lados de la puerta se
abría una ventana apuntada decorada con tracerías góticas y vitrales
Desgraciadamente la del lado izquierdo se perdió al cambiar su ubicación y
sólo se puede ver su perímetro desde el interior.
El aula capitular tiene una planta prácticamente cuadrada, con un pequeño
aposento en el muro este. Aquí se instaló un altar dedicado al Espíritu Santo el año 1360. Sobre el altar encontramos un pequeño rosetón de bella
factura. El aula capitular está cubierta con una bella cúpula apuntada de ocho
lados con trompas en los ángulos del rectángulo.
El aula capitular y la capilla del Espíritu Santo son las únicas salas
que se conservaron del claustro gótico. Desde el exterior podemos ver una gárgola y un pequeño pináculo de esta época.
Nuevamente se pararon las obras por problemas económicos y por la construcción
de las murallas de la villa, que pasaban muy cerca de la galería sur. No fue
hasta el año 1371 que se pudieron retomar los trabajos de construcción de esta
última galería, que no se acabaron hasta principios del siglo XV.
A finales del siglo XVIII se decide construir una nueva catedral, por que
la románica se había quedado pequeña. Para poder hacer esta ampliación era
necesario destruir el claustro y la iglesia de Santa Maria la
Rodona, situada a los pies del templo.
La gran belleza artística de sus arcos y su funcionalidad sirvieron para
salvarlo de la destrucción. Se desmontó piedra a piedra y se reconstruyó unos
metros más al sur. A pesar de todo, se modificó su trazado, configurándole una
planta más regular.
El claustro románico, como ya hemos dicho muy austero, se consideró que no
valía la pena conservarlo. Así pues
Cuando se reconstruyó el claustro se decidió que todas las galerías tuvieran
cinco arcos. Los dos arcos que sobraban se colocaron en la parte exterior de
la galería sur, a modo de mirador, como pasa en la Seu Vella de Lleida. A
estos se añadieron tres arcos más, de nueva factura, imitando el estilo de los
otras.
Los grandes ventanales están decorados con finas columnas que sostienen las
celosías caladas con finas tracerías góticas.
También son de bella factura las claves de bóveda y las ménsulas dónde
descansan los nervios de las bóvedas de crucería, que cubren las galerías del
claustro.
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