Provincia de Barcelona
Torre del Baró
(Viladecans, Baix Llobregat)
41º 18,969'N ; 2º 1,212'E
El lugar de Viladecans aparece documentado ya en escritos del siglo XI, cuando
formaba parte de los dominios del conde de Barcelona.
En 1148, Ramon Berenguer IV hipotecó la señoría del castillo al obispo de
Barcelona, para poder hacer frente a los gastos generados por la
conquista de Tortosa. Años más tarde el dominio del castillo volvía a la
corona hasta que en 1265 Jaume I concedió el término de Viladecans a Guillem
Burgués. Esta familia mantuvo la posesión de la fortificación durante el
siguiente siglo, a pesar de los constantes enfrentamientos con los señores de
Eramprunyà.
A partir del siglo XVI, el castillo cambió de manos con cierta facilidad. A
principios del siglo XX se compartimentan sus estancias para alojar varias
familias. En los años setenta del pasado siglo lo adquirió el ayuntamiento.
Incomprensiblemente esta compra no benefició la conservación del monumento,
por que quedó abandonado durante unos años, hasta que en 1980 se empezó
su restauración, primero bajo el impulso del Ministerio de Cultura y
posteriormente de la Diputación de Barcelona.
Durante las excavaciones arqueológicas realizadas entre 1985 y 1987 se descubrieron los cimientos de un sala, que se correspondían con modelos constructivos de finales del siglo X o principios del XI. Estos son los únicos restos encontrados de la primera construcción, ya que el resto corresponden básicamente a las modificaciones realizadas en los siglos XII y XIV
El edificio del siglo XII tenía un perímetro inferior al actual. Las
habitaciones
eran más grandes que en la construcción anterior e incluso en una de ellas se
encontró la chimenea. Las hiladas de sillares descubiertas y
correspondientes a esta época son más numerosas e incluso en algún
punto visibles en los muros actuales.
Es en el siglo XIV cuando el castillo adquiere una apariencia similar a la que
hoy podemos contemplar. Tiene planta casi cuadrada, organizada alrededor de un
patio central. En el ala occidental se construyó una única sala, cubierta
por una bóveda de cañón apuntada, que se apoya en dos arcos. Esta habitación
se comunica con el patio a través de dos arcos apuntados. Este sector
parece que durante esta época sólo tenía un piso de altura, mientras que
las otras alas tenían dos. Se accedía a ellos por una escalera, de la que sólo
quedan tres escalones.
La puerta de acceso se sitúa en el muro sur, flanqueada por dos torres y
protegida por un matracán.
En cada una de las torres encontramos una interesante ventana, si bien están
muy restauradas
Entre los años 1652 y 1660 se reformó el castillo para dotarlo de una
apariencia más palaciega y no tanto de fortificación. De este modo
desaparecen elementos defensivos y se reducen las dimensiones de las
diferentes habitaciones, para adaptarlas a los gustos de la época. También se
remodela el patio, construyendo una nueva escalera y se reforma la puerta de
acceso. En la planta baja se habilitan variws salas para usos agrícolas. A
principios del siglo XIX se refuerza el carácter agrario del edificio,
construyendo un nuevo molino de aceite y tres silos excavados en el
suelo.
Actualmente acoge dependencias municipales.
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