Provincia de Barcelona


Santa Maria de Valldonzella
(Barcelona, Barcelonès)

41º 24,990'N ; 2º 3,595'E     




En 1147 Guillem Mir y Sansa dieron al monasterio de Sant Cugat del Vallès sus posesiones en las parroquias de Santa Creu de Olorda y de Sant Just Desvern . Entre ellas se encontraba el valle conocido como Donzella, dónde había una comunidad religiosa femenina. En 1175 aparece documentada por primera vez la iglesia de Santa Maria.

En 1226 el obispo de Barcelona, Berenguer de Palou, donó al orden del Císter la iglesia para que se construyera en aquel lugar un monasterio femenino. Este nuevo cenobio estaba bajo la tutela del monasterio de Santes Creus, vinculación que duró mientras se construía y consolidaba la comunidad, pues en 1237 el mismo obispo declaró el monasterio franco y libre.

Esta comunidad estuvo muy poco tiempo en Valldonzella, porque que la rebelión de los nobles contra Jaume I, de mediados del siglo XIII creó mucha inseguridad en la zona del Llobregat. La participación de Guillem II de Cervelló en el conflicto convirtió el Baix Llobregat en un constante campo de batalla. Por este motivo las monjas se refugiaron en más de una ocasión dentro las murallas de Barcelona. En 1263 el monarca autorizó a la comunidad a edificar un nuevo monasterio en la zona de Creu Coberta. El mismo monarca fue el encargado de poner la primera piedra el 21 de octubre de 1263. Seis años más tarde las monjas se trasladan a este nuevo emplazamiento, si bien el templo todavía no estaba construido. Fueron necesarios cuatro años más para poder edificar el templo monástico.

La comunidad residió en este lugar hasta el año 1913, en que se trasladó a la calle del Císter, en Sant Gervasi.

Desde el momento que las monjas se trasladan a Barcelona la antigua iglesia es conocida como Valldonzella la Vieja, coincidiendo con el cambio de advocación y pasando a estar dedicada a Santa Margarita. Las monjas abandonaron definitivamente el lugar de Valldonzella durante la Guerra Civil del siglo XV. Desde entonces el lugar pasó por varias manos particulares, que alteraron la estructura del templo para adaptarla a usos agrícolas. En el siglo XVIII se dividió su nave en dos pisos. En el inferior se instaló una prensa de vino, mientras que el superior se destinó a capilla

Torre de Santa Margarida

Actualmente el lugar es conocido como la Torre de Santa Margarita y presenta un estado de ruina y abandono total.

Iglesia medio oculta por la vegetación    Iglesia medio oculta por la vegetación

Del conjunto monástico sólo se ha conservado la iglesia. Tiene planta rectangular sin ábside destacado. Presenta un estilo muy arcaico, teniendo en cuenta que fue construida en el siglo XIII. Todavía podemos ver, entre la vegetación que casi la cubre completamente, su muro de levante. En él se abren tres ventanas, dispuestas en dos niveles. En el inferior hay dos, que tienen forma de saetera por el exterior, mientras que la superior es abocinada.

Cabecera del templo


El resto de dependencias monacales, así como la masía, están totalmente derruidas.

Ruinas de la masia    Ruinas de la masia