Provincia de Barcelona
Santa Maria de Vilalleons
(Sant Julià de Vilatorta, Osona)
41º 53,478'N ; 2º 19,085'E
Templo situado dentro el término del castillo de Taradell. El lugar de Vilalleons
aparece documentado por primera vez el año 927 en un documento de compraventa
de tierras. La iglesia parroquial aparece citada por primera vez el año 1007,
también en un documento dónde figura la venta de unos terrenos en esta
parroquia.
La primitiva iglesia fue sustituida por una de nueva a finales del siglo XI.
Se cree que la fecha de consagración sería dentro del año 1083, pero el acta de
consagración que ha llegado hasta nuestros días contiene numerosas
incongruencias, hecho que provoca la desconfianza de los historiadores.
En el siglo XIII fue ampliada con un atrio, que provocó la destrucción de la
antigua portalada románica, de la que se conservan sus arquivoltas.
En 1530 se vuelve a modificar la estructura del templo, añadiendo dos capillas
en estilo gótico. Se cree que estas nuevas estancias sustituyeron a dos absidiolas románicas, que estaban dedicadas a San Salvador y San
Miguel.
Entre los siglos XVII y XVIII se realizaron nuevas reformas. En esta ocasión
se sobrealzó el templo, para construir una buhardilla. También se edificó
un comunidor encima del ábside. En 1654 fue saqueada e incendiada por las
tropas francesas, hecho que provocó que fuera necesario restaurar su interior
y construir nuevos retablos. Un siglo más tarde , en 1756, se volvió a
reformar el interior, en este caso siguiendo el estilo barroco.
Ya en el siglo XIX se construye el actual atrio y la torre de campanario que
hay encima suyo.
Los restos de las arquivoltas de la primera portalada románica se colocaron
alrededor del gran rosetón que hay en esta torre, como ya se había hecho unos
años antes en la
catedral de Vic.
En la parte superior podemos ver motivos vegetales, mientras que en la
semicircunferencia inferior se observan entrelazados de tipo geométrico.
El templo está formado por una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón,
reforzada por dos arcos torales y rematada al este por un ábside semicircular.
Este está decorado según el estilo lombardo con arcos que rodean unas ventanas
ciegas y lesenas. Bajo la cornisa encontramos un friso de dientes de sierra
Tres ventanas de medio punto abocinadas iluminaban el interior del ábside,
si bien el gran retablo barroco las ha dejado sin utilidad. Una construcción
posterior oculta la ventana situada más al sur.
La decoración lombarda a base de arcos ciegos se repite en los muros de
tramontana y de mediodía, si bien parcialmente mutilada por la construcción
de las capillas laterales.
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