Provincia de Lleida
Mare de Diu de Mijaran
(Vielha e Mijaran, Val d'Aran)
42º 42,633'N ; 0º 47,773E
La leyenda dice que el monasterio fue fundado en el siglo VIII por San Paulino,
si bien la tradición también le otorga esta fundación a Carlomagno.
Aparece documentado por primera vez en una concesión de diezmos que hizo el
rey Alfons I, en 1175.
En el siglo XII el gobernador de la Vall y sus asesores juraron respetar y
guardar las libertades y privilegios de los araneses en esta iglesia.
El cenobio sufrió los efectos de la guerra entre Joan II y el conde de
Pallars , en 1472, quedando prácticamente destruido. En 1506, el rey Ferran
II lo restauró y fue nuevamente ocupado por frailes agustinianos, en este caso
procedentes del monasterio de Santa Maria de Gracia de Lleida. Esta comunidad
se mantuvo hasta la exclaustración de 1835, momento en que el convento fue demolido.
Durante la Guerra Civil se utilizó la iglesia como polvorín y acabó siendo
dinamitada. A finales del siglo XX se consolidaron y restauraron las paredes que
todavía se mantenían de pie.
El edificio que nos ha llegado fue construido en el siglo XII, si bien sufrió
numerosas reformas a lo largo de los siglos, especialmente importantes en el
siglo XV.
Tenía planta basilical de tres naves coronadas con tres ábsides semicirculares al est.
De estos sólo se ha conservado el central, mientras que el del lado sur
fue transformado en una capilla de planta cuadrada, cubierta con bóveda apuntada.
El ábside sur está prácticamente derruido en su totalidad, si bien todavía
se conserva la parte baja de sus muros.
Por la parte exterior todavía podemos ver las lesenas que originariamente
decoraban los tres ábsides.
El ábside central conserva además un fragmento de un friso de dientes de
sierra, bajo del cual encontramos un friso de dobles arcuaciones ciegas en
gradación y sostenidas por pequeñas ménsulas. En la parte interior del arco
hay esculpido un rombo.
En el ábside se abren tres ventanas de medio punto y doble derrame.
En la vecina iglesia de Sant
Miquèu de Viella se conserva la imagen del Cristo de Mijaran. Fue trasladada en
1936 cuando fue destruido el templo durante la Guerra Civil. Formaba parte de
un conjunto escultórico de un Descendimiento de la Cruz, similar a los que podemos
encontrar en el Valle de Boí. Por sus características se cree que también
fue obra del Maestro de Erill. Sólo nos ha llegado una parte de esta magnífica
talla policromada del siglo XII. Se cree que alcanzaba más de dos
metros de altura. Son muy interesantes las trazas de los cabellos y la barba,
con trenzas talladas en zig-zag y espirales.
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