Provincia de Barcelona


Sant Pere de Roda
(Les Masies de Roda, Osona)

41º 58,417'N ; 2º 18,775'E      




El término de Roda ya estaba ocupado a finales del siglo VIII aC, durante la edad de bronce final. Esta ocupación se mantuvo durante la dominación romana, gracias a su estratégica ubicación. Durante las invasiones bárbaras fue destruido el núcleo de Roda, que no se reconstruyó hasta que los francos controlaron la zona. En el año 826 volvió a ser arrasado, en este caso por las tropas de Aissón, que se había revelado contra el dominio franco de Luís el Piadoso.


La iglesia de Roda aparece documentada por primera vez en el año 927, cuando Amo y su mujer hicieron donación de unas tierras a la iglesia de Sant Pere de Roda. La condición de parroquia no aparece mencionada hasta el año 1044.


A partir del año 1072, se organizará la villa de Roda hasta la principios del siglo XIV, cuando fue destruida. La fortaleza de Roda parece que estaba situada junto a la iglesia, y por tanto el templo sufrió los estragos derivados de las disputas entre los vizcondes de Cabrera y el rey Jaume II. El monarca hizo destruir la fortaleza en 1302. Posteriormente, en 1313 los Cabrera obtuvieron el permiso para reconstruir el castillo, lo que enfureció al obispo de Vic. Este protestó ante el monarca, que le concedió la potestad de hacer lo que quisiera con la fortaleza y la villa de Roda. El obispo no se lo pensó mucho y debido a las numerosas disputas que había tenido en el pasado con los Cabrera, decidió destruir completamente Roda el 18 de septiembre de 1314.

Como no se podía reedificar la iglesia en el mismo lugar, los habitantes de Roda pidieron al obispo trasladar la parroquia al templo de Santa María, situado junto al puente del río Ter y donde se había ido trasladando la población debido a los enfrentamientos bélicos. En 1332 se realizó el traslado, que conllevó el cambio de advocación de la iglesia de Santa María, pasando a estar dedicada a San Pedro.

El antiguo templo de Roda, en ruinas, tenía una sola nave, de la que sólo queda en pie su muro sur.


La nave estaba rematada al este con un ábside semicircular, del que aún se conservan sus cimientos y la parte baja del muro.


En el interior del ábside se puede ver el trazado de una estructura anterior, también de planta semicircular. Se cree que podría ser el perfil del ábside de un templo anterior o bien un primer intento de construir el ábside.


Las dos pilastras adosadas al muro nos hacen pensar que el templo estaba dividido en tres tramos, mediante dos arcos fajones.


Entre ambas pilastras encontramos una puerta de medio punto, que comunicaba el templo con la torre de campanario.


El campanario, de planta cuadrada, tampoco resistió el ataque de las tropas del obispo y sólo se conserva la parte baja de sus muros.


Coincidiendo con el segundo arco toral, encontramos los restos de una pared que se prolonga hasta el muro norte. En la parte central, un espacio de casi un metro de ancho permitía la comunicación entre los dos espacios. ¿Era para aislar el presbiterio del resto del templo? Su estructura y tipología de sillares hace pensar que es una estructura anterior a los muros laterales del templo y por tanto todavía se nos plantean más incógnitas sobre su utilidad. Desgraciadamente, todavía no se han encontrado las respuestas ...


En el siguiente tramo del templo se observan 14 agujeros circulares en el suelo, dispuestos en dos hileras y excavados directamente en la roca. Tampoco está clara su funcionalidad, si bien todo parece indicar que servían para sujetar una estructura de madera de planta rectangular, probablemente un templo más primitivo.


En el último tramo de la nave, nos sorprende ver el suelo pavimentado con losas planas.


En el lugar donde se abría la puerta de acceso encontramos una losa con dos agujeros, que podrían servir para el cerramiento interior de la puerta. De todos modos, parece que este no era su emplazamiento original.


Al atravesar la puerta, accedemos a un espacio de planta cuadrada, situado en un nivel inferior y del que se desconoce su utilidad.


En lo que queda de pie se abren dos ventanas de medio punto y doble derrame.


Las ventanas están decoradas con unas pequeñas losas que forman el trasdós del arco.


Cerca de la cabecera, en el muro sur, encontramos una hornacina semicircular excavada en el muro. En el lado norte había otra, de la que sólo se conserva su base.


En el sector donde se levantaba la torre campanario, podemos ver un rebajamiento del muro. Nuevamente la falta de información sobre este elemento nos plantea varias opciones. Parece hecho para poder apoyar una torre de perfil circular. Lo que no está claro es si la torre se construyó antes de los campanario o con posterioridad, utilizando como base la parte baja de esta construcción.


Procedente de este templo, aunque no está del todo confirmado este punto, se conserva en el Museo Episcopal de Vic una talla de la Virgen María del siglo XII. Es de tipo bizantino. Lo que más llama la atención es que ha perdido el Niño que tenía en el regazo.