Provincia de Barcelona
Sant Martí Sescorts
(Santa Maria de Corcó, Osona)
42º 0,771'N ; 2º 19,547'E
Inicialmente estaba situada dentro del término de la ciudad de Roda. Cuando
éste desapareció, quedó bajo la tutela del castillo de Manlleu. La iglesia
aparece documentada por primera vez el año 934 en un documento de compraventa
de terrenos.
Este templo fue reedificado y consagrado el 30 de marzo de 1068 por el
obispo de Vic, Guillem de Balsareny. Fue dedicada a San Martín, San Juan y San Jaime. En 1357 se consagró un cuarto altar, dedicado a san Pedro.
Desde sus inicios desarrolló funciones de parroquial, que todavía conserva.
Tiene planta de cruz latina, con una nave acabada en un transepto, donde se
abren tres ábsides semicirculares. El del lado sur se eliminó en el año 1771
para construir una sacristía. Actualmente se ha reconstruido su forma, visible
desde el interior del templo. Las bóvedas del transepto son paralelas a la de
la nave.
El ábside central quedó parcialmente oculto por la construcción de la
sacristía Está decorado externamente con parejas de arcuaciones ciegas,
separadas por lesenas. Desgraciadamente su fisonomía ha sido muy alterada por
el sobrealzamiento que ha sufrido el templo.
Interiormente presenta cuatro nichos, situación bastante extraña en Catalunya,
debido a que habitualmente se abren cinco. En el Principado sólo se reproduce esta
situación en
Sant Llorenç del Munt. El nicho que hay más a la derecha fue mutilado
para abrir la puerta de la sacristía. El espacio presbiteral está
iluminado con tres ventanas de medio punto abocinadas.
El ábside sur también está decorado externamente siguiendo la tradición
románica con arcos ciegos y lesenas.
La parte interior es lisa, sólo rota por una ventana de medio punto abocinada.
La nave está cubierta con una bóveda de cañón, reforzada por tres arcos
fajones.
Los muros norte y sur estaban decorados con arcos ciegos, que han desaparecido
parcialmente debido al sobrealzamiento de la nave. El tramo mejor conservado se
puede observar en el sector suroeste.
Adosada al muro norte del templo, encontramos la torre de campanario. Es de
factura posterior al resto de la iglesia, pero construida todavía en estilo
románico. Llega hasta casi los 20 metros de altura, con tres niveles de
ventanas.
En el primer nivel se abría una ventana de medio punto en cada uno de sus
muros. Estas han sido cegadas totalmente, a excepción de la del lado norte,
que está parcialmente abierta. En el segundo nivel se abrían dos ventanas muy
estrechas y altas en cada muro, actualmente cegadas. El último piso ya no
corresponde a la construcción románica y tiene dos ventanas en los lados este y
oeste y una en los norte y sur.
En el Museo Episcopal de Vic se conservan los restos encontrados de las
pinturas murales que decoraban el templo.
Los fragmentos más importantes corresponden al interior de las hornacinas que
hay en el lado de la epístola.
Están datadas en el primer cuarto del siglo XII.
En
las salas del museo sólo se exponen los dos fragmentos más importantes.
En
uno de estos se representa la escena del Pecado Original, donde vemos a Adán y
Eva tapándose con las hojas del árbol prohibido, mientras la mano de Dios los
reprime.
En
el segundo fragmento conservado, vemos a Adán y Eva expulsados del Paraíso
por un ángel.
El
resto de escenas están muy fragmentadas y por eso se guardan en las salas de
estudio.
En
uno de ellos se vislumbra la figura de San Martín partiendo su capa.
También podemos ver a dos figuras humanas en una escena, sin que esté claro
cuál era su significado.
Algunos estudiosos afirman que se trata de la curación de un ciego por parte
de San Martín.
El
último fragmento corresponde a algunos animales dentro de círculos y a la figura
de un juglar.
También en el museo se conserva un retablo dedicado a san Martín de Tours,
datado en la primera mitad del siglo XV.
Desgraciadamente no se conserva la imagen central del retablo.
En
el compartimiento superior izquierdo vemos a San Martín partiendo su capa con
un pobre.
A
la derecha se representa al santo en la cama, que recibe la visita de Cristo.
Entre ambas escenas, como es habitual en muchos retablos góticos, se
representa el Calvario.
En
el siguiente registro encontramos el bautismo del santo y también su
ordenación, separados por una delicada columna.
En
la escena del lado derecho se representa la consagración de San Martín como
obispo de Tours.
En
el nivel inferior se representa la muerte del santo en Poitiers en la tabla de
la izquierda y la recuperación del cuerpo por parte de los habitantes de Tours
a la derecha.
En
la predela vemos a Santiago, a Santa Catalina, a la Virgen Dolorosa, a san
Juan Evangelista, a santa Margarita y a San Matías.
Quisiera agradecer al rector su amabilidad con los miembros de esta web, que nos permitió hacer todas las fotografías que quisimos e iluminó el templo
para que no nos perdiéramos ningún detalle.
Es
de agradecer encontrarse con gente tan amable y que muestra con orgullo el
tesoro que custodia al viajero.
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