Nos encontramos ante uno de los templos más importantes de Toro, que desgraciadamente se hundió y solo podemos observar parte de sus ruinas. Los motivos podrían ser las reformas que se hicieron en época gótica, cuando se pasó de una nave a tres. La poca calidad de esta reforma probablemente fue la causante del hundimiento de las cubiertas. 

Se mantiene en pie el ábside mudéjar semicircular. Nos recuerda mucho al de la vecina iglesia de San Salvador de los Caballeros, que le sirvió de modelo. Está decorado interna y externamente por galerías de arcos ciegos de medio punto, realizados con ladrillo. En la arquería interior se conservan pinturas murales góticas que representan a los Apóstoles. 

En el muro sur encontramos otro elemento copiado de una iglesia de la ciudad. Es la puerta que se hizo siguiendo el modelo de la de San Lorenzo y está formada por un arco apuntado de ladrillo.  Corona el conjunto un friso de dientes de sierra.

En el muro oeste se abrió una sencilla portalada gótica.