Templo románico-mudéjar del siglo XII formado por una única nave acabada en un ábside semicircular. Todo el templo está decorado con galerías de arcos ciegos de ladrillo y frisos de dientes de sierra. También se pueden ver restos de pinturas murales de época gótica en el interior del ábside y en los muros laterales.

En el siglo XVII se sustituyó el ladrillo de la parte baja del ábside por piedra calcárea para evitar la erosión por causa de la humedad.

El templo tenía tres portaladas. La del lado norte está hoy cegada. Estaba formada por dos arquivoltas apuntadas sobre las que hay un friso de dientes de sierra. La del lado sur, la principal, está enmarcada en un cuerpo que sobresale del muro. Está formada por seis arquivoltas en gradación apuntadas. Corona la portalada un friso de dientes de sierra. En la fachada oeste, bajo la espadaña se encuentra la tercera portalada, similar a la del muro norte.

Junto a la cabecera, en el muro norte de la nave encontramos el sepulcro de los Castilla-Fonseca esculpido en el siglo XV en estilo gótico isabelino. De esta misma época es el entramado de madera de la cubierta de la nave y el coro, construidos con madera policromada. En el muro norte también encontramos una capilla lateral de estilo gótico dónde se conserva un retablo de estilo flamenco. 

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