Se empezó a edificar durante la segunda mitad del siglo XII, pero no se finalizó hasta bien entrado el siglo XIII. En el momento de su construcción se encontraba fuera del recinto fortificado de la ciudad de Zamora, siendo la parroquia de la Puebla del Burgo.

El interior del templo responde a una planta basilical  de tres naves con cabeceras rectas. La nave central es más alta que las laterales y está cubierta con bóveda de cañón reforzada por arcos fajones.

Las laterales, en cambio, se cubren con bóveda de arista apuntada y arcos fajones ligeramente apuntados. La separación entre las naves se hace a través de arcos formeros de medio punto que se apoyan en pilares cruciformes con columnas adosadas.

Los capiteles están ricamente decorados básicamente con motivos vegetales, si bien también se pueden encontrar algunas aves y alguno figurado como el de Sansón y el león o el de David y Goliat.  

En los muros laterales también podemos encontrar algunos sepulcros románicos que se apoyan en pequeñas columnas. En la la absidiola izquierda se conserva la antigua ara de altar románica del templo. 

Exteriormente el templo es muy austero. Sólo encontramos decoración en las ventanas y en las portaladas. Las ventanas que dan a las naves laterales están enmarcadas  por arcos de medio punto,  que se apoyan en dos columnas.

En el caso del ábside central encontramos una ventana de medio punto con dos arquivoltas, que se apoyan en dos pares de columnas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales. 

El templo tiene dos puertas situadas en los muros norte y sur. Esta segunda es la más interesante de las dos. Está formada por tres arquivoltas de medio punto sin decoración. Por encima encontramos un guardapolvo decorado. Las arquivoltas están apoyadas por tres pares de finas columnas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales. El tímpano es liso pero tiene la particularidad de que en él se abren dos arcos geminados sin mainel, si bien hay un capitel colgando decorado.

Coronando la fachada hay un rosetón formado por seis hexágonos. En el muro norte encontramos un rosetón idéntico y una portalada imitando la de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. La forman cuatro arquivoltas esculpidas. Únicamente las dos centrales se apoyan en columnas con unos sencillos capiteles.

En el muro oeste encontramos otra portalada, actualmente cerrada, formada por tres arquivoltas y construida imitando la Puerta del Obispo de la catedral. Sobre ella hay un rosetón similar a la del templo de San Juan de la Puerta Nueva.