Castilla y León - Provincia de Soria
Iglesia de San Miguel
(Agreda)
41º 51,172'N ; 1º 55,097'O
Iglesia gótica edificada en el siglo XV sobre un templo románico anterior.
El templo tiene una sola nave con capillas laterales, añadidas con
posterioridad y acabada en un ábside poligonal.
Del templo románico todavía queda en pie su elemento más característico,
la torre de campanario.
Se cree que se inspiró en la de Santa
Maria de Ainsa.
Está dividida en cuatro secciones separadas por molduras. La que separa
la segunda de la tercera planta, está decorada con bolas. De la más inferior
sólo podemos observar la parte más septentrional, al quedar en el interior del
nuevo templo. La torre está coronada con almenas.
En el segundo piso encontramos parejas de ventanas de medio punto cegadas. El
mainel está decorado con motivos geométricos o vegetales en los ángulos.
En el tercer piso encontramos una ventana en cada muro, formada por dos
arquivoltas de medio punto, que protegen dos ventanas geminadas. Tanto los capiteles del mainel como los de las columnas dónde se apoyan las arquivoltas
son historiados o de tipo vegetal.
Resigue el conjunto un guardapolvo decorado con bolas.
En el sector norte encontramos los capiteles más interesantes. En el de la derecha,
a pesar de que cuesta de ver debido a la altura a la que se encuentra, hay dos
personajes desnudos en una actitud obscena en clara alusión al pecado de la
lujuria. En el capitel central encontramos una escena más difícil de interpretar
donde vemos a un clérigo y un soldado con una espada en una cara y un acólito con
un incensario, que acompaña a un religioso que lleva báculo y que bendice a otro
personaje con un bastón. En el capitel izquierdo vemos una figura
similar a la del capitel derecho, pero sin nada más a su alrededor, como si
no se hubiera terminado de esculpir el capitel.
En la ventana de la cara occidental encontramos, en el capitel central, a
una figura atacada por serpientes, haciendo referencia al castigo que
obtendremos si pecamos de lujuria. Lo acompañan dos capiteles
vegetales.
En el último piso volvemos a encontrar una gran ventana de medio punto en cada
muro, protegida por dos arquivoltas. En este caso no tienen ningún tipo de
decoración ni capiteles, ni columnas.
En el muro sur encontramos tres estrellas circunscritas esculpidas,
probablemente reaprovechadas. No hemos encontrado ninguna información
sobre su origen o ubicación original.
En el sector más occidental y protegida por un atrio, encontramos la
puerta de acceso al templo, de factura gótica y presidida por la imagen
de San Miguel.
En ella podemos ver los carteles que el obispado de Osma-Soria ha
decidido repartir entre sus iglesias prohibiendo las fotografías y las
grabaciones de vídeo. Eso si, si quieres entrar tienes
que pagar 1 euro.
El argumento es que al colgar las fotografías en internet estamos
favoreciendo los robos de obras de arte. Es el argumento más surrealista
con el que nos hemos encontrado por el mundo. Ahora resulta que todos
aquellos a quienes nos gusta el arte y reflejarlo en nuestras cámaras
ayudamos a los ladrones... ¿De verdad se creen esto? ¿Y si alguien quiere
las fotos para uso personal y no las cuelga en ningún sitio, qué pasa? ¿En
serio piensan que
unos ladrones profesionales irán a las páginas del facebook o de
Instagram de los visitantes de aquel templo? Hay muchísimos libros y
folletos turísticos donde encontrar esta información. ¿También los
prohibirán? Los robos se producen por el abandono progresivo de los
pueblos y la carencia de curas estables en muchas poblaciones... No se culpa
nuestra, si no de las administraciones que favorecen las ciudades en
detrimento del mundo rural y la propia iglesia que no sabe cautivar
nuevas vocaciones. Por favor, prohíban también las visitas, por que
cuando les explique a mis amigos los lugares que he visitado y aquellas cosas que he
visto, quizás algún ladrón me estará escuchando... Así lo evitaremos.
Con esto sólo conseguirán que nadie les venga a visitar, pues los
turistas elegimos aquellos lugares donde nos tratan bien y no donde nos
tratan de delincuentes.
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