Principado de Asturias
Santa María de Villamayor
(Villamayor, Piloña)
43º 21,558'N ; 5º 18,397'O
Del antiguo convento de monjas benedictinas en la actualidad sólo se conserva
una parte del templo. Fue fundado en el siglo XI y se convirtió bien pronto en
un convento muy poderoso. Estuvo rodeado de una cierta polémica, por que en
1377 el obispo de Oviedo Gutierre de Toledo depuso a la abadesa y distribuyó al
resto de miembros de la congregación por otros conventos por "degenerada y por
el descuido de su regla de santidad y pureza". Años más tarde, en 1530 se
repite la situación y fue anexionado a San Pelayo de Oviedo. Posteriormente
quedó reducido a un simple priorato y la iglesia convertida en el templo del
cementerio, hasta que en 1836 fue desamortizado. Años más tarde la iglesia y
el convento fueron utilizados como prisión y en 1910 se convirtió en escuela.
De los aposentos conventuales no nos ha llegado ningún resto, sólo la cabecera
del templo y un tramo de la nave donde se abre una puerta románica.
El ábside, edificado a finales del siglo XII o principios del XIII, tiene
planta semicircular, con un amplio tramo presbiteral.
Está decorado internamente con ocho arcos ciegos de medio punto, protegidos
por un guardapolvo ajedrezado, que se apoyan en columnas con los capiteles
finamente tallados. Los arcos están decorados con bolas.
Sus capiteles están decorados con motivos vegetales, pájaros y bestias
monstruosas con grandes bocas dentadas.
Completan la decoración del ábside dos molduras horizontales y una ventana de doble derrame y decorada con una arquivolta
apoyada en dos columnas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales.
Esta misma decoración se repite en la cara exterior de la ventana.
También es muy interesante el arco triunfal. Es de factura muy sencilla,
formado por dos arcos de medio punto dovelados.
Sus capiteles están esculpidos con motivos vegetales de finas tracerías.
Por la parte exterior el ábside está dividido en tres espacios gracias a dos
columnas adosadas con los capiteles esculpidos con motivos vegetales y
animales. También está dividido verticalmente gracias a dos líneas de imposta.
Bajo el tejado encontramos una cornisa ajedrezada, apoyada en canecillos esculpidos. Las metopas también está esculpidas con motivos vegetales.
Cerca del temple podemos ver la Casa Pastrana, del siglo XVIII, bajo del
tejado de la cual vemos cuatro canecillos procedentes del templo.
La puerta de acceso se encuentra en el muro sur de la nave. Está formada por
tres arquivoltas planas de medio punto, protegidas por un guardapolvo
ajedrezado,
que se apoyan en dos pares de columnas. Estas tienen los capiteles esculpidos
con motivos vegetales los exteriores y con aves en los interiores.
Junto al capitel situado más a la izquierda encontramos una piedra
esculpida, donde se ve a una mujer despidiendo a su caballero, que nos
recuerda a la escena que podemos ver en la portalada de
San Pedro de Villanueva.
Sobre la portalada encontramos un pequeño tejaroz, apoyado en canecillos esculpidos de factura similar a los del ábside. También están esculpidas las metopas.
Como hemos comentado anteriormente, la iglesia se transformó en escuela i
posteriormente en local social. De la nave solo se conserva una pequeña
parte. El resto se integró en el nuevo edificio i se dividió en dos plantas.
Después de la restauración realizada últimamente, el piso inferior se ha
habilitado como sala polivalente, que se puede comunicar con el templo
gracias a unas puertas plegables. El piso superior, en cambio, se ha
convertido en biblioteca.
Junto a la puerta de acceso encontramos una pequeña lápida donde podemos
observar la fecha de 1003. Se cree que fue la fecha en que se fundó el
monasterio. Según un libro del año 1622, por aquel entonces se decidió
colocar la placa fundacional en este lugar, para evitar que se perdiera.
Queremos aprovechar estas líneas parar agradecer a Celestino Muñiz su
amabilidad a la hora de mostrarnos el interior del templo y las dependencias
del local social, así como la información facilitada para confeccionar esta
web.
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