Principado de Asturias
San Pedro de Villanueva
(Cangas de Onís)
43º 22,004'N ; 5º 9,060'O
El antiguo monasterio benedictino se fundó en época de Alfonso I el Católico
(739-757), que lo mandó construir sobre un antiguo palacio de su cuñado Favila.
De este edificio no nos ha llegado nada, por que en el siglo XII se reformó
completamente el cenobio.
El templo se construyó con planta basilical de tres naves, pero en 1775 se
reformó totalmente para adecuarlo a las necesidades del culto de la
época, unificando las naves en una de sola.
Sólo se mantuvo con la estructura original la cabecera, dónde todavía se
conservan los tres ábsides semicirculares, el central mucho más grande que los
laterales. Se comunican entre ellos mediante arcos de medio punto.
El ábside principal está dividido exteriormente en tres sectores, gracias a
dos columnas adosadas, acabadas en capiteles bellamente esculpidos con motivos
fantásticos.
También son dignos de contemplar los canecillos dónde se apoyan los tejados de
los tres ábsides. En ellos se han representado bestias salvajes, motivos
geométricos y figuras humanas, algunas de las cuales muestran actitudes
eróticas.
En las metopas del ábside principal se esculpieron motivos vegetales y también
numerosas figuras humanas.
En la parte central del ábside principal se abre una ventana de medio punto y
de un solo derrame. Está decorada con una arquivolta, esculpida con motivos
florales, protegida por un guardapolvo en forma de soga La arquivolta se apoya
en dos columnas. El capitel de la izquierda está esculpido con dos leones
enfrentados, mientras que el del lado derecho tiene motivos vegetales.
La decoración escultórica se completa en la puerta de acceso, una de las
piezas más importantes de escultura románica asturiana. Algunos autores la
vinculan al mismo maestro que hizo la Cámara
Santa de Oviedo.
Actualmente está protegida por un pórtico, que es la base de la torre
campanario. Esta fue edificada en 1689, mientras que la portalada data de
finales del siglo XII.
Está formada por cuatro arquivoltas de medio punto en gradación decoradas con
motivos florales y puntas de diamante.
Las arquivoltas descansan en tres parejas de columnas, que tienen los
capiteles decorados. Destaca la fina talla de estos capiteles, especialmente
los del lado izquierdo, dónde encontramos un capitel dónde se narran varias
escenas de la vida del rey Favila como una escena de caza, el beso de su mujer
Froiluba a la puerta del castillo y una lucha con un oso. También podemos ver
otras escenas cortesanas y grifos en el capitel más interior. Los capiteles del
lado derecho son de tipo vegetal.
El templo tenía dos puertas de acceso más: otra en el muro sur, ahora cegada y
una en el muro oeste, conocida como la Entrada al Palacio y que comunica el
templo con la capilla de San Miguel. Se cree que este espacio podía ser el
antiguo panteón real. Es en este punto que encontramos los restos del
primitivo claustro románico, sustituido por uno de barroco entre 1674 y 1694 Se
trata de tres arcos de medio punto apoyados en parejas de columnas con los
capiteles esculpidos con motivos vegetales muy esquemáticos.
En la actualidad esta estancia forma parte del Parador Nacional en que se
convirtió el monasterio a finales del siglo XX. Gracias a esto se ha podido
conservar el conjunto, que había entrado en decadencia a raíz de la
desamortización de 1835. La iglesia continúa desarrollando tareas parroquiales.
Al llegar a este edificio, de los más importantes del románico asturiano, me
sorprendió que sólo se puede acceder a él en horario de culto y más teniendo en cuenta que
casi no se celebran misas. Considerando que está puerta a puerta con el
parador, las visitas en épocas turísticas deberían ser mucho más amplias,
al ser también dignos de contemplar los capiteles de los arcos
triunfales.
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