Aragón - Huesca
Monasterio de San Juan de la Peña
(Jaca, La Jacetania)
42º 30,467'N ; 0º 40,362'E
La tradición nos dice que a principios del siglo VIII, Voto, un noble de
Zaragoza estaba persiguiendo un ciervo, cuando cayó por un acantilado.
Mientras caía se encomendó a San Juan. Entonces el caballo se posó
suavemente en una roca y después de cabalgar unos metros llegó a una
cueva dónde había el cuerpo del ermitaño Joan de Atarés. Caballo y
caballero murieron y fueron enterrados en aquel lugar. A partir de entonces la
cueva se convirtió en un lugar dónde residieron numerosos ermitaños.
El rey de Pamplona García Jiménez quiso ser enterrado allí, hecho que dio
prestigio al lugar. A partir de este momento los reyes navarros y los condes
aragoneses protegieron el lugar y le concedieron toda clase de privilegios
En el año 920 se consagró la iglesia mozárabe y en el año 1025 se fundaba un
nuevo monasterio ya en estilo románico. Unos años después, en 1071, Sancho
Ramírez hace edificar la iglesia superior y las dependencias monásticas que
nos han llegado. Durante la época en que Aragón fue un reino independiente,
el monasterio se convierte en panteón de reyes y de nobles. Con la unión de
las coronas aragonesa y catalana el monasterio pierde su importancia, ya
que la corte se trasladó a tierras catalanas.
El 24 de febrero de 1675 se declaró un incendio que durante tres días devastó
parte del monasterio. Los destrozos fueron tan importantes que la comunidad
de monjes decidió construir un nuevo monasterio en una explanada próxima.
A continuación os invitamos a visitar, aunque sea virtualmente, las
diferentes dependencias del monasterio.
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