Aragón - Provincia de Zaragoza
Iglesia de San Felices
(Uncastillo, Cinco Villas)
42º 21,659'N ; 1º 7,995'O
El templo se empezó a edificar en el siglo XI por la cripta, realizada para
salvar el desnivel del terreno.
En
esta primera fase constructiva se realizó el primer tramo de la torre y una
parte de la nave.
Las obras estuvieron detenidas hasta que finalmente se terminó el templo
alrededor del año 1169.
Las obras las dirigió el Maestro de Agüero, también conocido por su trabajo en
San Juan de la Peña.
Esta fue una de sus primeras obras y en las esculturas del tímpano de la
portada sur ya se empiezan a vislumbrar algunos de los que serán sus rasgos
distintivos.
El
templo tiene una única nave dividida en tres tramos y acabada en un ábside
semicircular.
La
bóveda de este ábside tiene la característica de ser de más de un cuarto de
esfera.
La
nave está cubierta con un bóveda de cañón apuntada, que está reforzada por
tres arcos fajones.
Los arcos se apoyan en columnas adosadas a pilastras, que exteriormente se
transforman en contrafuertes.
Los capiteles de los arcos fajones están esculpidos con motivos vegetales de
factura muy sencilla, mientras que los del arco triunfal son lisos.
La
cripta está formada por un ábside semicircular de diámetro ligeramente
superior al de la iglesia.
La
bóveda está reforzada por gruesos nervios.
Exteriormente está hecha con sillares de un tono más grises que el resto del
templo.
Tiene un acceso propio desde el exterior a través de una puerta situada en el
inicio del ábside por el lado derecho.
Debido a su poca altura los arcos torales y las bóvedas arrancan directamente
del nivel del suelo.
Desgraciadamente, no podemos ofrecer ninguna imagen del interior de la cripta,
pues no está incluida en las visitas turísticas, a pesar de ser la única
iglesia del término municipal de Uncastillo que tiene cripta.
Destacan las dos portadas laterales.
La
del lado norte está tapiada, pero todavía se puede disfrutar del hermoso
tímpano.
Está formada por dos arquivoltas de medio punto que enmarcan este tímpano.
Tiene muchas similitudes con la portada oeste de San Salvador de Ejea de los
Caballeros.
En
él están representados dos ángeles arrodillados que sostienen un crismón.
La
del lado sur es aún más interesante.
Está formada por dos arquivoltas de medio punto con un guardapolvo apoyadas en
pilastras.
En
el tímpano se representa el martirio de San Félix, titular del templo.
Dos caballos arrastran por los pies al mártir que está orando.
Hay un personaje que azota a los caballos siguiendo las órdenes que le da una
persona sentada en una silla y que está aconsejada por un demonio.
También podemos ver otro personaje y un ángel que tratan de confortar al
mártir.
Sostienen el tímpano dos montantes decorados con bestias que están devorando a
figuras humanas.
Sus rastros ya empiezan a desvelar lo que será el estilo característico del
Maestro de Agüero, aunque todavía poco refinado al tratarse de una obra
temprana.
A
la izquierda de la puerta vemos una inscripción muy erosionada y distribuida
en dos sillares.
También encontramos un lápida funeraria escrita en otro sillar.
En
el interior del templo se conserva una pila bautismal de planta cuadrada y que
se ha reaprovechado como base de altar.
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