Provincia de Barcelona
Sant Genís de Rocafort
(Martorell, Baix Llobregat)
41º 27,978'N ; 1º 55,488'E
Lo
que podemos observar hoy en día son los restos del priorato benedictino, que
fundaron los señores de Castellví de Rosanes, Bonfill y Sicarda, el 8 de abril
de 1042. El objetivo de los señores de Castellví era convertirlo en el panteón
familiar.
Su
momento de máximo esplendor tuvo lugar en el siglo XII, cuando recibió
numerosas donaciones.
Una de ellas la encontramos en el testamento de Guillem Ramón I de Castellví,
que aparte de un importante legado, dejó 100 sueldos para la construcción de
una nueva iglesia.
En
el siglo XIII pasó a depender del monasterio ampurdanés de
Sant Miquel de Cruïlles .
En
1448 un terremoto derrumbó la cubierta de la nave y buena parte de las
dependencias monásticas.
Este fue el inicio de su decadencia, que se culminó con la secularización de
1534.
Del monasterio sólo queda en pie parte de la iglesia, construida como ya hemos
comentado, a mediados del siglo XII.
Está formada por una única nave rectangular, que perdió su bóveda apuntada
durante el terremoto de 1448. El templo nos recuerda mucho a la vecina iglesia
de
Santa Margarida , si bien la calidad de la construcción de San Genís es
superior.
Sólo sobrevivió parte de la bóveda correspondiente al presbiterio, como
podemos ver en estas fotografías de 1915 y correspondientes al
Fons Salvany , era de forma apuntada.
Desgraciadamente la cabecera se ha derrumbado, probablemente debido a un
desprendimiento del terreno, y ya no podemos contemplar el ábside, que tenía
tres grandes ventanas de medio punto en su muro este.
Sólo se ha conservado el arranque del arco de la ventana derecha.
La
bóveda de la nave estaba reforzada por arcos fajones apuntados, de los que
sólo se ha conservado uno.
Si
nos fijamos en detalle, podemos ver como el mortero ha desaparecido de algunas
juntas, lo que hace peligrar su estabilidad.
En
los próximos meses la fundación Abertis debe consolidar y restaurar el templo,
esperamos que esta actuación llegue a tiempo y no se pierdan más elementos del
cenobio.
La
nave presenta grandes arcos ciegos en la parte interior de sus muros
laterales, a modo de arcosolios.
En
el interior de tres de los cuatro arcos del lado sur se abren ventanas de
medio punto y un solo derrame.
En
el muro oeste encontramos la puerta de acceso al templo.
Sobre ella hay el único elemento añadido del templo, una ventana de grandes
dimensiones.
Está formada por dos arcos de medio punto, que rodean a un tímpano, donde hay
esculpida una flor con seis pétalos.
En
el dintel también se pueden ver esculpidos algunos elementos de tipo
geométrico.
Se
trata de una cruz griega, y dos flores una de cuatro y una de seis pétalos,
todas ellas circunscritas.
El
conjunto está protegido por un guardapolvo decorado con medias bolas.
La
arquivolta interior se apoyaba en dos columnas con capiteles esculpidos, que
no se han conservado in situ.
Uno de ellos se conserva en La Enrajolada - Casa Museu Santacana de Martorell
y también tiene una flor de seis pétalos circunscrita en su cara frontal.
En
el muro sur se abre otra puerta, de menores dimensiones, que comunicaba con
las dependencias monacales.
En
este muro encontramos tres osarios o sarcófagos empotrados.
Hay dos en el lado izquierdo de la puerta y uno en el derecho.
Da
toda la impresión de que en este sector había más sarcófagos, que han sido
destruidos o expoliados.
En
el Museo Vicente Ros de Martorell se conserva uno de estos osarios.
Todos ellos tienen las mismas características.
Se
trata de recipientes rectangulares con una cruz dentro de un círculo,
esculpida en la parte frontal.
Desgraciadamente se destruyeron parcialmente cuando fueron profanados.
En
este sector podemos encontrar el arranque de un arco, que probablemente servía
de apoyo de un porche o galería cubierta.
Como podemos ver en algunas de las fotografías y tal y como sucede en muchos
monumentos abandonados, sus muros están llenos de pintadas de algunos
gamberros que no tienen ningún respeto por estos muros centenarios.
Alrededor de la iglesia podemos ver los restos de las fortificaciones que
protegían el cenobio.
Se
conservan segmentos de muros muy fragmentados, especialmente en el lado sur.
En
algunos de ellos se pueden ver los restos de saeteras.
El
elemento más destacado es la base de una torre circular, ubicada en el sector
sureste.
También se conserva una edificación rectangular, que estaba cubierta con una
bóveda, probablemente apuntada.
Su
estructura, la cubierta y el enlucido del muro interior nos hacen pensar que
se trataba de la cisterna del castillo.
Cerca de la torre circular encontramos dos pequeños agujeros circulares
excavados en la roca.
Probablemente servían de apoyo de alguna estructura de madera, que no se ha
conservado.
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