Provincia de Barcelona
Sant Fruitós de Balenyà - Mare de Déu de l'Ajuda
(Balenyà, Osona)
41º 49,339'N ; 2º 13,462'E
Fue una de las primeras parroquias levantadas en la llanura de Vic tras su
reconquista. Algunos estudiosos afirman que ya podía haberse construido en el
siglo VI y que en restaurarse la sede episcopal en Vic, se reconstruyó el
templo. Estaba edificada cerca de la casa señorial de los Balagnans o
Balaniano. Las primeras noticias que nos han llegado del templo datan del 12
de marzo del año 948, cuando aparece mencionado en un testamento.
El año 1083 el obispo de Vic Berenguer Sinofred de Lluçà consagró un nuevo
templo, dedicado a Sant Fruitós y a sus diáconos, san Augurio y san
Eulogi. Desgraciadamente las numerosas modificaciones que ha sufrido este
templo a lo largo de los siglos hace difícil poder ver la impronta románica.
A mediados del siglo XIII se consagran altares en honor en Santa Maria, san
Salvador y san Bartolomé.
Entre los años 1626 y 1642 fue ampliada con capillas laterales, donde se
instalaron altares dedicados a la Virgen del Rosario y a san Isidro. En 1654
fue saqueada e incendiada por tropas francesas. Esto obligó a reconstruir el
templo, momento en que se construyó la actual puerta de acceso barroca. Está
situada en el muro oeste y está presidida por un relieve dónde se representan
a los antiguos titulares del templo: Sant Fruitós y sus diáconos.
El templo tiene una única nave acabada en un ábside pentagonal, que sustituyó
al original románico. La bóveda de la nave también fue sustituida el año 1701.
Todavía se conservan de la época románica la mayoría de los muros perimetrales,
que posteriormente fueran sobrealzados. Todavía se puede observar la altura del
templo románico gracias a algunos frisos de arcos ciegos lombardos, que
estaban bajo la cornisa del tejado.
También es de esta época la parte baja de la torre de campanario. Tiene planta
cuadrada y se encuentra adosada al muro sur, cerca de la cabecera. Era de
estilo lombardo, decorado con lesenas esquineras y posiblemente también con
arcos ciegos que no nos han llegado.
Tenía dos pisos de altura, a los que en el siglo XV se añadió otro de gótico,
con un gran ventanal apuntado en cada lado.
En el último piso románico se abrían ventanas geminadas, la mayoría de las
cuales están hoy cegadas. Sólo quedan abiertas las ventanas del lado este.
En un momento determinado, que no se conoce a ciencia cierta, se cambió el
advocación del templo. Hay documentos datados en el siglo XVIII que hablan de
La Verge de la Bona Sort, o de l'Ajuda, venerada en este templo. Una
imagen de la Virgen, que se renovó a mediados del siglo XX después de que
fué destruida por las tropas francesas, preside desde entonces el retablo
mayor. De este modo el templo se convertía en el Santuario la Mare de Déu de
l'Ajuda. El culto a Sant Fruitós se trasladó a la iglesia del pueblo.
En las inmediaciones del templo encontramos un comunidor del siglo XVIII, que
tiene incrustado un elemento probablemente reaprovechado de edificaciones
anteriores. Parece tratarse de una clave de bóveda esculpida con la imagen de
la Virgen y el Niño.
Durante l’edad media había un pequeño núcleo o sagrera a su alrededor, del
que sólo quedan un par de casas: el Verdaguer y el Estebanell.
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