Provincia de Barcelona
Sant Tomàs de Riudeperes
(Calldetenes, Osona)
41º 55,929'N ; 2º 18,179'E
En el año 1045 ya encontramos documentada una iglesia dedicada a Santo Tomás
de Puig- oriol. Este templo fue reedificado y consagrado en presencia del
obispo Berenguer Sunifred en el año 1095. La iglesia fue consagrada bajo la regla
de san Agustín, siendo su prior Joan de Lledó, que procedía de
Santa Maria de
Vilabertran y que había participado activamente en la fundación de la
canónica de
Santa Maria de Lladó.
Por este motivo puso el nuevo cenobio bajo la protección de la canónica. Esta
dependencia convirtió a Santo Tomás en una prepositura, es decir un monasterio
dependiente de un priorato o una canónica.
Hasta finales del siglo XIV, el monasterio estuvo bajo la protección de los
señores de Riudeperes. En extinguirse esta nissaga, la familia Alta-Orilla se
convirtió en una de las benefactoras más importantes del cenobio. A
principios del siglo XV, algunas partes del monasterio estaban muy
deterioradas y
esto provocó la intervención del obispo de Vic, que aprovechó para poner Santo Tomás bajo la tutela administrativa de la catedral de Vic. Esta dependencia
fue motivo de tensiones entre el obispado de Vic y la canónica de Lladó hecho
que agravó el abandono del monasterio.
En 1560 se reedificó el claustro, por orden del obispo de Barcelona, Jaume
Caçador, que había sucedido a su hermano Guillem en la dirección de la
prepositura. También modificó el templo y se restauraron las dependencias monacales, para alojar una comunidad franciscana.
Los frailes menores se trasladaron a la iglesia del Remedio de Vic a principios del
siglo XX, abandonando Santo Tomás, que en 1901 fue comprado por los padres
camilos. En 1914, fue restaurado en estilo modernista. Años más tarde, en 1970
lo vendieron a una asociación benéfica, dedicada a cuidado y asistencia de
personas con discapacidad intelectual.
Del edificio románico sólo se han conservado algunas partes de la iglesia.
Tenía planta de cruz latina, con tres ábsides y cimborio sobre el crucero.
Es necesario entrar a la iglesia para poder ver claramente la impronta románica.
El muro norte fue totalmente perforado para abrir capillas laterales. También
fue totalmente reformada la cabecera, de la que se han perdido los ábsides
laterales. Todavía se conserva el central, de forma semicircular y precedido
por un corto presbiterio, pero oculto por el exterior.
La nave está cubierta con bóveda de cañón, que se interrumpe al llegar al
crucero, donde se levanta una cúpula ovalada sobre trompas. Exteriormente el
cimborrio tiene planta octogonal y es de muy sencilla factura.
El arco toral que se conserva, y que se encuentra en la unión entre el crucero
y la nave, tiene las impostas decoradas con motivos geométricos.
La actual puerta de acceso se construyó en el mismo lugar dónde estaba la
románica, de la que todavía se puede ver el perfil del arco de medio punto.
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