Provincia de Barcelona
Santa Maria de Lluçà
(Lluçà, Osona)
Claustro
El
claustro se encuentra adosado al muro sur de la iglesia.
Tiene planta irregular.
Había tenido dos pisos de altura, pero durante las obras de restauración
realizadas en 1967 por la Diputación de Barcelona, se derribó el superior,
que había sido añadido a lo largo de los siglos.
Las galerías norte y oeste tienen cuatro arcadas, mientras que las otras dos
tienen cinco.
Los arcos son de medio punto, que se apoyan en columnas con los
capiteles ricamente esculpidos.
En
tres de las esquinas de las galerías encontramos una pilastra, de donde nace
un arco que va a parar a los muros perimetrales del claustro, donde hay una
columna con el capitel de tipo vegetal.
Los veintidós capiteles del claustro son de la escuela ripollesa.
Mayoritariamente tienen esculpidos motivos vegetales en forma de guirnaldas y
cenefas.
También podemos encontrar algunos animales fantásticos, como por ejemplo
grifos.
En
un capitel de la galería sur, también se representó a un personaje que tiene
tallos entre las piernas, motivo que podemos ver también esculpido en
Santa Eugenia de Berga y en el
monasterio de Ripoll .
Dos de los capiteles fueron sustituidos por cubos de piedra durante la
restauración, por el mal estado de conservación en que se encontraban.
En
el muro este se conservan dos sepulcros con escudos esculpidos.
Probablemente pertenecen a un miembro de la familia Merlès y al canónigo Ramón
de Casovers.
Durante la restauración, que se realizó después de la Guerra Civil, se
descubrieron numerosas tumbas antropomorfas, excavadas en la roca, bajo el
pavimento del claustro y de la cabecera del templo.
Algunas de ellas se han tapado con un cristal para permitir su contemplación.
Algunos estudiosos afirman que la estructura irregular del claustro se debe a
que los maestros constructores eran de origen árabe.
Esta teoría estaría reforzada con la existencia de dos leones protectores
esculpidos en el acceso al claustro, un hecho muy habitual en la construcción
islámica.
Estos se encuentran ubicados en la parte baja de la columna más cercana a esta
puerta, que comunicaba el claustro con el exterior.
Desgraciadamente presentan un estado de conservación bastante deficiente.
Esta puerta, situada en el ángulo sureste, comunicaba el claustro con el
exterior y otras dependencias de la canónica.
A
su lado, protegidos de las inclemencias del tiempo, se conservan los antiguos
fogones de la cocina.
La
cocina y el refectorio se encontraban saliendo del claustro por esta puerta a
mano derecha.
Queda en pie un arco de diafragma apuntado, que servía de soporte a la
cubierta de madera.
Delante encontramos una cisterna.
Junto a la puerta se conserva una pila rectangular.
En
este sector se abría un patio, donde encontramos una escalera de piedra y una
pequeña capilla, construida posteriormente.
Cierra este recinto la puerta que permitía el acceso a la canónica.
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