Provincia de Barcelona
Santa Maria de la Tossa de Montbui
(Sant Margarida de Montbui, Anoia)
41º 33,321'N ; 1º 34,827'E
Las primeras noticias del término de Montbui datan del año 936, cuando el
presbítero Guisenulf y Odelda vendieron a Brandoí una parcela en el condado
de Manresa, dentro del término de Montbui.
También se tienen noticias de la existencia del
castillo de la Tossa en el siglo X, cuando constaba como posesión de la
catedral de Vic, gracias a una donación condal.
Las primeras noticias de este templo son el momento de su construcción,
durante el mandato del obispo Fruià (972-993). Hacia el año 990 se produjo una
gran sequía en la zona, que hizo que se abandonara el el lugar y la iglesia
quedó inacabada. A partir del año 1.023 se repobló el lugar y se terminaron
las obras del templo o bien se construyó de nuevo. Este es el templo que ha
llegado hasta nuestros días.
Desde el siglo XI consta como parroquial, condición que conservó hasta
principios del siglo XVII, cuando se construyó un nuevo templo en el núcleo de
Santa Margarida de Montbui, que se convirtió en la nueva parroquia.
El
año 1828 se convirtió en santuario
Nos encontramos ante uno de los templos más cautivadores del románico catalán.
Hay que visitarlo en domingo si se quiere acceder al interior, hecho
totalmente recomendable si se quiere comprobar como la rusticidad y la
sencillez pueden formar un conjunto realmente bello.
Tiene planta basilical, de tres naves, acabadas a levante con tres ábsides
semicirculares de tradición lombarda, decorados externamente con arcos ciegos
y lesenas.
La
planta no es regular y tiende a adelgazar hacia poniente, lo que hace destacar
aún más su cabecera.
Las naves están separadas por seis arcos, que descansan en unas columnas de
traza muy arcaica, a excepción de los arcos situados más al oeste, que se
apoyan en dos pilares rectangulares.
Las columnas están formadas por tambores cilíndricos, que están unidos a modo
de fuste.
Los capiteles son troncopiramidales con los ángulos redondeados.
Las bóvedas de las naves son irregulares, pasando de la bóveda de medio punto
a un arco ultrapasado, casi de herradura.
La
puerta de acceso se abre en el muro sur, corresponde a una reforma hecha en el
siglo XVI, que aprovechó algunos elementos originales.
Está formada por un arco de medio punto hecho con grandes dovelas, que se
apoyan en dos impostas decoradas con motivos geométricos.
En
el muro norte se añadió una capilla, que es la única ampliación que ha sufrido
el templo a lo largo de los siglos.
En
el muro oeste, también en una época posterior, se levantó una espadaña de dos
ojos.
En
el interior del templo, a los pies de la nave central, se conserva la pila
bautismal.
Tiene forma semiesférica, sostenida por un corto pie cilíndrico.
Está decorada con dos líneas en forma de zigzag que la recorren completamente
por la parte superior.
Junto a la puerta de acceso se conserva también la pila de agua bendita.
Parece que este elemento no fue diseñado para desarrollar esta tarea
inicialmente.
Se
trata un solo bloque de piedra dividido por un motivo de soga, en dos partes
que emulan un capitel y un fuste.
La
parte superior está decorada con una cinta horizontal que se entrecruza con
otros verticales.
Está colocada sobre otra pieza aparentemente reaprovechada, que recuerda una
base de altar, como la que hay en el ábside sur.
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