Provincia de Barcelona
Sant Vicenç de Torelló
(Sant Vicenç de Torelló, Osona)
42º 3,818'N ; 2º 16,363'E
Las primeras noticias de un templo en este lugar las tenemos en el año 938
cuando se cita a la iglesia, que se encontraba dentro el recinto del castillo.
Inicialmente también era conocido como Sant Vicenç de Cervià. Ya
desde sus inicios ejerció de parroquial, condición que todavía mantiene.
El templo actual es de finales del siglo XI. Originariamente se construyó con una sola nave rectangular, acabada en un ábside
semicircular.
La nave estaba cubierta con una bóveda de cañón.
Posteriormente, en el siglo XII se sustituyó el ábside por el
actual, de mayores dimensiones y con una absidiola en el lado sur. El ábside
es liso, sin decoración. Sólo rompen el cilindro absidal dos ventanas en
forma de saetera y una central de doble derrame.
La absidiola se eliminó en un momento posterior a 1812, para
construir una sacristía. Conecemos esta fecha debido a que entre 1290 y 1812 hubo un
sacerdote que se encargaba de la capilla de Santa Maria del Racó,
situada en esta absidiola. En 1973 el templo fue restaurado y se reconstruyó este espacio, si bien se
utilitzaron materiales excesivamente modernos y que constrastan con el resto del edificio, por su forma, color y volumen de los sillares.
Prèviamente, a finales del siglo XI, se añadió una torre campanario en el lado norte del
presbiterio.
Tiene planta cuadrada, cuatro pisos de altura y cubierta a cuatro
aguas.
Todos los pisos están decorados con un friso de dientes de sierra, uno
de arcos ciegos y lesenas en las esquinas, siguiendo el modelo lombardo.
En
los dos pisos superiores se abren parejas de ventanas geminadas en cada muro.
En el segundo piso una ventana de medio punto en cada lado ilumina el
interior, mientras que en el piso inferior encontramos ventanas en forma de
saetera.
En el siglo XIII se construyó un atrio adosado al muro sur, dónde había la
puerta de entrada al templo. Estaba formado por dos arcos de medio punto en el muro sur y uno en los muros este y oeste.
En el siglo XVII se tapió el atrio, convirtiendolo en una nave lateral.
En este momento se trasladó la puerta de acceso al muro oeste.
Tres siglos antes ya se había
ampliado el templo con una nave lateral en el lado norte.
La nave central está cubierta con bóveda de cañón, mientras que las
laterales tienen bóveda de arista. Están separadas de la principal por
dos parejas de arcos de medio punto que se apoyan en pilares de planta
cuadrada./DIV>
Durante las obras de restauración del templo se realizaron diversas excavaciones en el subsuelo, que permitieron
encontrar diversas tumbas antropomorfas excavadas en la roca. Estan datadas entre los siglos X i XI. Algunas de
ellas se han dejado al descubierto, sin que interfieran en las celebraciones litúrgicas.
También se recuperó la pica bautismal románica, que habia quedado oculta durante las reformas barrocas del templo.
Sus dimensiones la hacen apta para el bautismo por inmersión. Está decorada con un cordón esculpido en la parte superior.
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