Provincia de Barcelona
El Santo Sepulcro
(Olèrdola, Alt Penedès)
42º 19,576'N ; 1º 43,651'E
El templo aparece documentado por primera vez en el año 1058. Fue la sede de un
priorato hasta el siglo XV. En el siglo XVII fue modificado, añadiendo una
capilla en el lado sur y modificando la estructura de dos hornacinas.
En el siglo XVIII se construyó una masía a su lado, que fue la residencia de Francesc de Paula
Rius i Taulet, alcalde de Barcelona. Es una propiedad privada y por lo tanto no se puede visitar
su interior. Desde
hace unos años el ayuntamiento de Olèrdola está buscando acuerdos con los
propietarios para poder restaurar el interior del templo y hacerlo visitable.
Tiene planta circular, cubierta por una cúpula semiesférica. En el este se abre un ábside semicircular, más bajo que la nave y precedido de un amplio
tramo presbiterial. No tiene ninguna ventana que permita la entrada de luz
natural.
En el muro sur podemos ver una apertura, que se cree que era la puerta
original, pero que fue trasladada hacia el oeste al construir una capilla
poligonal en este sector.
La nueva puerta tiene un arco de medio punto dovelado, con una forja de
inspiración románica.
Hacia el norte encontramos otra puerta que comunica directamente con la casa.
Entre estas tres aperturas encontramos unas hornacinas, que originariamente
habían tenido planta semicircular.
En el ábside también encontramos unas hornacinas excavadas dentro del muro.
Se disponen en dos grupos de tres en los sectores más próximos al presbiterio
y una central, que podrían ser de factura posterior.
En el año 1954 se descubrieron en su interior unas pinturas murales, que
estaban tapadas por un encalado moderno. Se trata del elemento más
interesante del edificio y desde el año 2007 se están restaurando.
Se trata de unas pinturas realizadas entre los siglos XI y XII con un estilo
muy primitivo, si bien tiene dos estilos bien diferenciados. Por una parte
encontramos diferentes escenas dónde se representa la Salvación, la Adoración
de la Virgen y el Niño y el Juicio Final y por otro lado encontramos
motivos ornamentales con cenefas y elementos geométricos.
En la parte central del arco, que permite el acceso al presbiterio encontramos
la imagen de Cristo bendiciendo, dentro de un círculo.
A la izquierda del arco encontramos una escena con varios personajes, el
significado de la cual se desconoce. Si que parece de mejor interpretación la
del lado derecho dónde se podría haber representado la expulsión del Paraíso.
Por encima de las dos escenas, vemos algunas cenefas y otras decoraciones geométricas.
En la hornacina situada junto a la antigua puerta de acceso, podemos ver una
escena formada por un personaje que pone las manos sobre un plato, que hay
encima de un mantel de cuadros azules y blancos. En el intradós del arco vemos
a un
ser monstruoso alado y con la cola de color azul. Con sus zarpas coge fuertemente
a un hombre desnudo. También vemos otro ser azulado, que sujeta dos hombres
boca abajo.
Si seguimos nuestro recorrido por el templo en sentido horario, nos
encontramos con el espacio que hay entre esta hornacina y la siguiente, ahora
convertida en puerta de acceso. En este sector vemos cuatro grandes personajes.
El más grande señala con la mano a los otros tres. Van vestidos con túnica
blanca y cruzan sus manos encima del pecho.
En el arco de la hornacina que sirve de acceso al templo, vemos a un personaje
vestido con túnica blanca flanqueado por dos hombres de grandes dimensiones.
En el lado izquierdo vemos a un hombre barbudo y nimbado, con la mano al
frente, mientras que el del lado izquierdo sólo conserva su gran rostro. En
la parte interior de la hornacina, si bien mutiladas por la apertura de la
puerta, encontramos un grupo de personajes.
En la última hornacina, modificada al construir la puerta que comunica con la
masía, está representada una imagen de la Maiestas Mariae, con el Niño
sentado en el regazo y en plan de bendecir. En los laterales de la hornacina
encontramos dos parejas de figuras humanas, que al parecer están adorando a
la Virgen y el Niño. En la parte interior del arco hay un ser alado, que
sostiene dos incesnarios.
Sobre la hornacina vemos a tres figuras muy erosionadas, lo que dificulta muchísimo
su identificación. Por suerte se han conservado las inscripciones dónde se
lee IHS (Jesús) y IOHS (Joan). Así pues
tenemos a Jesús, a Juan a su izquierda y a la derecha un personaje sin nimbe,
al que Jesús le da de comida. Algunas fuentes han identificado esta escena
con la Ultima Cena y a Judas como el personaje sin nimbe.
Todo parece apuntar que el argumento principal de las pinturas del templo es
el del Juicio Final, un tema bastante atípico en la iconografía catalana. Su
estilo denota que se realizaron en dos periodos diferentes: las que
encontramos en las hornacinas y en los muros laterales corresponderían al
siglo XI, mientras que las situadas en un nivel superior a nivel de la cúpula
corresponderían a finales del siglo XI y principios del XII.
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