No es hasta el año 1185 que encontramos la primera noticia documentada de este templo. Casi un siglo más tarde, en 1246, pasó a depender del monasterio de Sant Salvador de Breda.

A mediados del siglo XVIII se reforma considerablemente el templo, añadiendo capillas laterales y aumentando la altura de la nave. Estas obras se acabaron el año 1744, tal y como aparece en la portalada.

El templo, a pesar de las modificaciones, mantiene la estructura del edificio románico del siglo XI. Tiene una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón y acabada al este con un ábside semicircular.

El ábside está decorado externamente según el estilo lombardo con arcos ciegos y lesenas . En su parte central y en el lado sur se abren dos ventanas de medio punto abocinadas.

La puerta original se encontraba en el muro sur, pero al construir las capillas laterales fue necesario trasladarla hasta el muro oeste, como ya hemos comentado, en 1744.

El campanario se encuentra adosado al muro norte. Tiene planta cuadrada. La parte baja podría ser románica, si bien el resto de la torre es de factura moderna.

Cerca del ábside encontramos una estructura de planta cuadrada y con el muro norte ligeramente curvado para adaptarse al terreno. Los historiadores creen que se podría tratar de un comunidor de época visigótica o prerrománica.

Tiene dos plantas, la inferior cubierta con una cúpula de base cuadrada. El edificio se ilumina gracias a dos ventanas abocinadas y arco apuntado bastante irregular.

Hasta  1968 tuvo cura propio, que vivía en la vicaría adosada al templo. Desde esta fecha tiene cuidado de ella el rector de Pineda de Mar y recientemente la vicaría se ha convertido en una casa de colonias.