Iglesia situada dentro el antiguo término del castillo de Sant Llorenç, sustituido más tarde por el de Meda. Desde sus inicios tuvo categoría de parroquial, que conserva en l’actualidad.

El lugar de Vilatorta es citado en el año 935, cuando Ermengúncia vendió a su hijo Sunyer varios bienes, situados en el apéndice de Sant Llorenç, en el lugar denominado Vilatorta, si bien no encontramos documentada la iglesia de Sant Julià hasta el año 1050, momento en que fue consagrada.

El edificio románico original empezó a sufrir ampliaciones y modificaciones muy pronto. En el siglo XII se añadió un atrio que se ha conservado hasta nuestros días. En este pórtico muy probablemente había una portada esculpida.

Desde los siglos XII y XIII están documentados los altares secundarios consagrados a san Salvador y santa Maria, los cuales se debían de alojar en unas absidiolas desaparecidas durante las reformas posteriores.

Las reformas más importantes se llevaron a cabo en el año 1592 cuando se abrieron dos arcos en la nave central, uno a cada lado, para dar paso a las dos naves laterales añadidas. En 1655 el templo sufrió una nueva reforma que afectó a la fachada y al pórtico, el cual fue incorporado a la iglesia, al alargar las naves. Ya en el siglo XIX se procedió a reformar el interior de templo, con realzamiento de la bóveda de la nave juntamente a la del ábside, que fue decorado en estilo neoclásico. En el año 1896, se construyó la capilla del Santísimo, abriendo un gran arco entre la iglesia y la capilla.

Así pues, los restos románicos han ido quedando ocultos por las reformas y añadidos posteriores. Externamente sólo son visibles el ábside, una parte del campanario de torre y fragmentos de algunos muros, todos ellos muy modificados.

El ábside ha sido sobrealzado y totalmente transformado interiormente.

Todavía conserva su estructura semicircular, decorada externamente por un friso d’arcuacions lombardas, en series de tres entre lesenas. En el interior sólo se aprecia la estructura románica en un banquillo de los cimientos del ábside.

El campanario, muy transformado, conserva sólo una parte de la decoración de motivos lombardos, consistente en frisos de arcuaciones entre bandas laterales y frisos en dientes de sierra, muy deteriorados.

También se conservan algunos fragmentos de muros románicos, así como algunas ventanas cegadas.

Durante unas obras realizadas en el templo en el año 1945, se encontraron dos piezas muy interesantes. La lipsanoteca y una tapa de madera que cubría el reconditorio en el cual estaba la lipsanoteca con las reliquias. Estos elementos se conservan actualmente en el Museu Episcopal de Vic.