Las primeras noticias de un templo dedicado a San Esteban en este lugar, datan del año 904, cuando fue consagrada una iglesia por Teodorico. Este documento se conservó hasta la Guerra Civil. Actualmente sólo se dispone de una copia realizada en el siglo XVIII.

Como consecuencia del aumento demográfico de la zona, la iglesia se convirtió en parroquial y se construyó un nuevo edificio más grande. En varios documentos aparece como Sant Esteve de Berda y en otros casos como Sant Esteve de Parets. Parece que estas eran las dos poblaciones más cercanas al templo y por este motivo aparece adscrita a ambas. Bien entrado el siglo XII, se consolida el topónimo de Parets.

En el siglo XIII se vuelve a reformar el templo gracias a Bernat de Vilatzir, tal y como constaba en una losa sepulcral que había en el presbiterio hasta el año 1936. La iglesia se vuelve a consagrar el 26 de Enero de 1207 por el obispo de Barcelona Pere de Cirac.

Las tropas de Felipe V incendiaron el templo en 1704 durante la Guerra de Sucesión. Este no fue el único incendio que sufrió la iglesia, pues el 21 de julio de 1936 fue destruido casi en su totalidad por el fuego. Del antiguo templo sólo quedó en pie el ábside central y algunos fragmentos de muros, que se integraron en la nueva construcción, hecha en estilo neorrománico.

El ábside conservado corresponde a la iglesia del siglo XI, construida en estilo lombardo. Este está decorado con parejas de arcos ciegos separadas por lesenas, En la parte central se abre una ventana abocinada.

Se cree que esta iglesia tenía una cabecera con tres ábsides, dispuestos en forma de trébol. Se desconoce en qué momento se suprimieron o destruyeron los ábsides laterales. Parece que la cabecera del siglo XI fue el único elemento que se conservó en el edificio construido en el siglo XIII.

Destaca el trabajo escultórico realizado por Frederic Marès visible en el retablo de piedra caliza y alabastro policromado, el crucifijo de madera policromada, la imagen de la Piedad y la talla de la Inmaculada.