Provincia de Lleida
Castillo de les Pallargues
(Els Plans de Sió, Segarra)
41º 34,004'N ; 1º 09,430'E
Las primeras noticias del castellum Espalargi datan del año 1040 cuando
era una posesión de la canónica de
Santa Maria de la Seu. Como muchas
fortalezas de la zona, fue cambiando de manos entre las familias nobles. En
1315 era propiedad de Berenguer de Rajadell. Un año más tarde era el señor
Joan de Concabella. En 1590 aparece como una propiedad de los marqueses de
Anglesola. Posteriormente pasó a manos de los Rocabertí. Al extinguirse este
apellido pasó por varias familias italianas como los Pinelli, los Pignatell o
los príncipes de Belmonte. Con la abolición de los señoríos en el siglo XIX se
vendió el castillo y fue adquirido por la familia Rovira, que lo restauró.
Inicialmente se encontraba aislado en la cumbre de un pequeño cerro, junto al
río Sió. Pero a medida que la frontera se fue alejando y perdió su valor
estratégico, se construyeron casas a su alrededor. En 1636, había 23
casas y una muralla que las rodeaba.
La construcción actual corresponde básicamente a las ampliaciones y reformas
hechas en el siglo XVI. Todavía se conservan algunos elementos de las
construcciones anteriores. Dentro el recinto del castillo encontramos una
construcción circular, que podría corresponder con la torre circular del siglo XI.
El cuerpo central corresponde a un edificio rectangular edificado entre los
siglo XIII y XIV. En este espacio encontramos la puerta de entrada, formada
por un gran arco de medio punto dovelado y encima suyo una gran arcada
gótica de trece metros. El balcón fue añadido posteriormente, en el siglo XVIII.
A ambos lados de este edificio central se construyeron nuevas estructuras en
el siglo XVI. Es en este momento cuando se configura en buena parte la
apariencia actual del castillo, si bien sufrió numerosos desperfectos
durante la Guerra Civil, cuando fue ocupado militarmente y sufrió dos
bombardeos.
En la planta baja, nada más cruzar la puerta accedemos a una sala con un gran
arco de piedra, que sirve de refuerzo a unas sencillas bóvedas de arista. En
esta misma planta encontramos las estancias destinadas a los sirvientes y al
cuerpo de guardia, hoy convertidas en un museo de herramientas tradicionales.
Una escalera de caracol nos lleva a los calabozos, al pozo de hielo y a la
bodega.
En el primer piso, encontramos la gran sala noble. Destacan los trabajos
escultóricos de las puertas, donde se puede ver un escudo de la familia
Rocabertí. Las diferentes puertas comunican con la capilla, el dormitorio y
una terraza con bellas vistas de la Segarra.
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