Provincia de Barcelona
Castillo de Gelida
(Gelida, Alt Penedès)
41º 26,150'N ; 1º 52,233'E
El castillo aparece documentado por primera vez el año 945 en unas donaciones
de tierras que hizo la condesa de Barcelona, Riquilda, al monasterio de
Santa Cecilia de Montserrat.
Era una posesión de la familia Cervelló, desde que Ènnyec Bonfill, señor
de Cevelló, la consiguió mediante una permuta con el abad Odó de Sant Cugat
del Vallès, justo después de la razia de Almanzor. En el siglo XI se
reconstruyó el castillo, lo que provocó varios enfrentamientos con los
habitantes de la zona, que eran obligados a trabajar en estas obras. Estas mejoras
permitieron detener a las tropas musulmanas, que a principios del siglo XII
asolaron el Penedès.
En 1297, Guerau VII de Cervelló, que no tenía descendencia, vendió la
fortaleza al rey Jaume II. Posteriormente el monarca vendió el castillo a los
condes de Pallars, que más adelante lo vendieron a los Arborea y finalmente
acabó en manos de los Bertran en 1367.
Durante la guerra civil contra Juan II el castillo participó activamente,
llegando a alojar al condestable de Portugal en 1465. Por este motivo, al
finalizar la guerra, los Bertran fueron castigados con la pérdida del dominio
sobre el castillo, hasta que juraron nuevamente fidelidad al monarca.
En el siglo XVI el castillo pasó a manos de los Erill, que hicieron algunas
obras y reparaciones.
Se cree que al acabar la Guerra de Sucesión, Felipe V ordenó su destrucción,
si bien no se han encontrado documentos que lo confirmen. A partir de este
momento se empezaron a utilizar sus piedras para la construcción de algunas
casas de la zona.
En 1965 se crea la Asociación de Amigos del
Castillo de Gelida, que se encarga del mantenimiento del edificio y
ofrece visitas guiadas por el recinto.
El castillo tiene una planta irregular, para adaptarse al perfil de la estrecha
peña sobre la que se asienta. El recinto, protegido por las murallas de los
siglos XII y XIII, está dividido en tres espacios: al este se encuentra el
sector soberano, conocido como la plaza del Perdón, al oeste está la
iglesia y la entrada actual y entre los dos espacios una gran explanada
donde estaba el sector yusero.
El sector soberano parece que fue el primero en construirse. En la zona sur de
este recinto encontramos una torre de planta poligonal, que
formaba parte de la primitiva fortificación, de menores dimensiones.
Posteriormente se reforzó este sector con la construcción de nuevas murallas
y una torre de planta semielíptica. La parte inferior de los muros de
este sector se caracterizan por estar realizados con grandes sillares, bien
tallados y de color ocre, mientras que la parte superior está formada con
piedras más pequeñas y poco trabajadas.
En el sector oeste encontramos los restos de una torre maestra, probablemente
edificada en el siglo XII. Entre esta torre maestra y la otra torre encontramos
el antiguo ábside de la primitiva capilla del castillo.
En la división entre la gran esplanada y el sector dónde está la iglesia de San Pedro, se levantó una fortificación.
Se trata de un recinto rectangular, situado en la parte más estrecha de la peña
rocosa. Las características constructivas de este espacio son similares a las
descritas para los muros del recinto soberano.
En el siglo XIV se procede a reconstruir gran parte del muro occidental del
recinto superior y se construye una cisterna en la plaza del Perdón. Un siglo
más tarde se continúan haciendo reformas en la fortificación, en este caso
son especialmente importantes en el sector más occidental, es decir alrededor
de la iglesia.
Se construyen diversas dependencias dedicadas al almacenamiento de alimentos, al
tratamiento del aceite y del vino y también destinadas a la residencia.
También se construye un nuevo portal de entrada formado por un gran arco de
medio punto.
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