Castilla y León - Provincia de Zamora
Iglesia del Espíritu Santo
(Zamora)
41º 30,177'N ; 5º 45,473'O
En
esta zona había una comunidad monástica que dependía directamente de la
Catedral.
Aparte del templo también se construyó un claustro, situado junto al muro
norte y hoy desaparecido.
Fue construida y dotada por orden del maestro Juan, Dean de la catedral de
Zamora.
El
12 de junio de 1211 fue consagrada por los obispos de Zamora, de Coria y otro
portugués del que desconocemos la diócesis.
Tiene una única nave acabada en ábside plano cubierto con bóveda de cañón
ligeramente apuntada.
La
nave estaba cubierta con un entramado morisco del siglo XIV, que se perdió a
mediados del siglo pasado.
En
su lugar actualmente hay un sencillo entramado de madera.
Originariamente el templo estaba totalmente recubierto de pinturas murales.
A
mediados del siglo XX, con la intención de limpiar la iglesia se retiró la
capa de cal que cubría las paredes, sin darse cuenta que debajo había pinturas
románicas.
Sólo se pudieron salvar dos cruces, una de ellas rodeada por el Tetramorfos.
Durante estas obras se encontró, emparedado dentro un muro, una talla de un
Cristo del siglo XIV con claras influencias bizantinas.
Junto a la talla del Cristo Crucificado hay un arcosolio de arco de medio
punto.
El
altar está apoyado en dos capiteles muy simples, decorados con motivos
geométricos, que probablemente han sido reaprovechados.
También en una esquina del templo podemos ver lo que parece otro capitel o
base de una columna.
Empotrada en el muro norte encontramos la lápida sepulcral del abad Franco
Ribera, hecha a mediados del siglo XIV.
En
el muro norte del presbiterio se abre una estrecha puerta de medio punto, que
comunica con la sacristía.
Probablemente en sus orígenes comunicaba la iglesia con las dependencias
monacales.
Se
accede al templo por una puerta abierta en el muro sur.
Está formada por dos arcos de medio punto en gradación, protegidos por un
sencillo guardapolvo.
En
la parte superior del muro este del ábside se abre un rosetón, decorada con
siete círculos adornados con puntas de diamantes y motivos vegetales.
Completan la decoración exterior las ménsulas en que se apoyan las cornisas
que hay debajo del tejado.
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