Castilla y León - Provincia de Soria
San Baudelio de Berlanga
(Caltojar)
41º 23,920'N ; 2º 45,893'O
Se desconoce cuáles son los orígenes de esta peculiar construcción, pues las primeras noticias que nos han llegado datan de 1136, cuando existía
una comunidad monástica mozárabe alrededor de una gruta dedicada a San Baudelio, un mártir del siglo IV, de tiempos visigodos.
El templo se levantó sobre la gruta, que en su tiempo sirvió por alojar a un
ermitaño y que tiene al lado un manantial de agua. Está formada por
dos módulos de planta rectangular. El más pequeño aloja el presbiterio,
mientras que el grande corresponde a la nave del templo. Los dos espacios se
unen a través de un arco de herradura de tipo califal y decorado con pinturas
murales.
Nada más entrar en el templo, el visitante tiene la sensación de estar
pisando un lugar único. Lamentablemente en 1922 se arrancaron gran parte de
las pinturas murales que lo decoraban completamente.
La nave está cubierta con una bóveda que se apoya en ocho arcos que van a
parar a una columna central, que tiene la apariencia de una palmera, de clara
influencia islámica. La palmera era considerada un árbol místico, que unía
el mundo terrenal con el celestial.
En la parte superior de la columna se abren ocho pequeñas ventanas en forma
de arco de herradura, que permiten iluminar la cámara secreta. Es un habitáculo
de pequeñas dimensiones cubierto con un cúpula formada con ocho nervios
entrecruzados, que nos recuerda al mihrab de la mezquita de Córdoba
A los pies de la nave encontramos otro elemento característico del templo y
de clara inspiración islámica. Se trata de una tribuna elevada a la que se
accede directamente desde el exterior y a través de una escalera adosada en
el muro este. La tribuna se sustenta en dieciocho columnas, que se unen entre si
mediante arcos de herradura. El espacio resultante nos recuerda a una
pequeña mezquita de cinco naves, datada a mediados del siglo XI.
Desde la parte baja de la tribuna podemos acceder a la gruta natural, que como
ya hemos comentado fue el origen del templo.
A parte de su peculiar arquitectura, el templo de San Baudelio destaca por
sus maravillosas pinturas murales. Fueron realizadas a finales del siglo XII o
principios del XIII. Lamentablemente gran parte de ellas fueron arrancadas el
año 1922. Después de varios litigios, que intentaron impedir la marcha de
estas obras de arte, en el año 1926 fueron trasladadas definitivamente a varios
museos de los Estados Unidos. En 1957 el gobierno español intercambió
algunas de estas pinturas por las del ábside de la iglesia románica de San
Martín de Fuentidueña, en Segovia. Actualmente estos fragmentos se conservan
en el Museo del Prado. En 1919 Manuel Gómez Moreno publicó un libro titulado
"Iglesias Mozárabes" donde se pueden ver la totalidad de las
pinturas en su ubicación original. A pesar de todo, en algunos casos, todavía
podemos ver las marcas de las pinturas in situ, lo que nos permite hacernos
una idea de cómo eran, cuando visitamos el templo.
Son diversos los estudios que se han hecho sobre la datación y el estilo de
las pinturas que decoraban totalmente el interior del templo. La mayoría de
estudiosos están de acuerdo con que estas fueron realizadas por dos o tres
maestros diferentes. Dónde no hay tanta unanimidad es a la hora de definir
cuando fueron pintadas. Unas fuentes afirman que las primeras pinturas, de las
que quedan pocas muestras, fueron realizadas en época mozárabe y el resto en
época románica, mientras que otros estudiosos se inclinan por que todas son
románicas.
Todo el templo estaba decorado, incluso la bóveda. En ella se representaron
varias escenas de la infancia de Jesús, que desgraciadamente casi no nos han
llegado. En el ángulo noroeste se representaron las escenas de la Anunciación
y la Visitación. Si seguimos el recorrido en la dirección de las agujas del
reloj la siguiente escena que encontramos es la del Nacimiento de Jesús, de
la que todavía se pueden ver algunos restos. A continuación estaba
representada la anunciación a los pastores, de la que sólo quedan las patas
de las ovejas. En los siguientes espacios encontramos a los Tres Reyes
viajando, hablando con Herodes y presentando sus ofrendas al Niño. También
se representó la matanza de los inocentes, la presentación de Jesús al
templo y la fuga en Egipto.
Los espacios se separan mediante los nervios de la palmera, que están
decorados con motivos geométricos, arquitectónicos, florales y animales
Los muros laterales están decorados con escenas de la vida de Cristo, algunos animales y escenas cotidianas de la época. La mayoría de estas
pinturas no se pueden contemplar in situ, al encontrarse en
diferentes museos norteamericanos. Estos son: Museo
de Arte de Cincinnati (MAC), Museo
de los Claustros de Nueva York (MCNY), Museo
de Bellas Artes de Boston (MBAB) y Museo de
Arte de Indianapolis (NUNCA). También encontramos algunas imágenes en el
Museo del Prado (MP). A partir de este momento haré referencia a estos museos
con sus iniciales. Las imágenes que podéis ver a continuación sin el
logotipo de Arte Medieval se han extraído de las webs de los museos dónde
están expuestas.
En la parte superior del ángulo sudeste había representadas las escenas de
la curación de un ciego y la resurrección de Lázaro (MBAB). A su lado, en
la tribuna, se representaron las Bodas de Caná (NUNCA) y las tentaciones de
Cristo (MCNY). En el muro oeste se narraba la entrada de Jesús en Jerusalén
(NUNCA) y la Ultima Cena (MBAB). En el ángulo noroeste todavía podemos
contemplar in situ algunas imágenes de la Pasión de Cristo. Completan las
pinturas del nivel superior la escena de las tres Marías ante el Sepulcro (MBAB).
Sobre la puerta de acceso se representó una escena de caza de ciervos (MP).
A su lado había una cacería de liebres (MP) y un halconero a caballo (MAC) y
dos bueyes enfrentados (in situ).
En los muros de la tribuna encontramos un guerrero (MP), un elefante (MP), un
oso (MP), un dromedario (MCNY), dos perros (MCNY) y unos motivos decorativos a
base de círculos (MP).
En el coro o tribuna, junto a la columna central hay una pequeña capilla
de poco más de un metro y cubierta con bóveda de cañón. Como el resto del
templo está decorado con pinturas murales, si bien son de factura posterior y
hechas por otro maestro. El tema central es la adoración de los Tres Reyes.
Uno de los monarcas aparece en la bóveda junto a un ángel. En la parte
interior del arco de herradura, que da acceso a la estancia, encontramos
medallones con águilas. La bóveda de cañón se culmina con un Dextrera
Domine flanqueado por el arcángel San Miguel y otros ángeles que está
matando un dragón.
El ábside también estaba decorado totalmente con pinturas. Desgraciadamente
sólo nos han llegado las del muro sur y unos fragmentos de los muros
laterales.
El muro norte se divide en tres espacios. En la parte central encontramos una
ventana abocinada, que tiene dibujado una paloma blanca, símbolo del Espíritu
Santo,
en su arco. Flanqueando la ventana encontramos las imágenes de San Baudelio
y San Nicolás. Bajo la ventana encontramos un pájaro, bastante
deteriorado.
El nivel inferior estaba decorado con motivos que recuerdan tejidos árabes.
En el siglo XV se colocó un altar empotrado al muro que estropeó las
pinturas de esta zona.
También están muy deterioradas las imágenes del nivel superior. A pesar de
todo se puede ver un círculo, dónde probablemente había un Agnus Dei,
del que emana luz en forma de cruz griega. Esta ilumina a dos ángeles que
sostienen una cruz y a Caín y Abel, que están orando.
En el muro oeste también podemos contemplar algunas imágenes. con tres
personajes de difícil interpretación, si bien algunos estudiosos afirman
que representan a Cristo Resucitado con Maria Magdalena y a un ángel.
La puerta principal de acceso al templo está en el muro oeste. Está formada
por dos arquivoltas en forma de arco de herradura
Delante del ábside encontramos una necrópolis de los siglos XI y XII, donde
se pueden ver una veintena de tumbas antropomórficas cubiertas con losas
de piedra
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