Castilla
y León - Provincia de León
Basílica
de San Isidoro
(León,
Tierra de León)
42º
36,054'N ; 5º
34,262'O
En
la primera
mitad del
siglo X se construyó en este lugar un
templo pre-románico por orden de Alfonso V "el Noble"
dedicado
a San Juan Bautista y San Pelayo. El monarca hizo
edificar este edificio como panteón real. En el
año 988 fue arrasado por las tropas de Almanzor y no fue
reconstruido hasta el año 1063 por Fernando I y su mujer
Doña Sancha. Posteriormente fue ampliado por Doña
Urraca y por Alfonso VI.
El
templo está formado por tres naves acabadas por el este con
tres
ábsides. El principal fue sustituido en
el siglo XVI por uno más grande, construido
en estilo gótico flamígero.
El
crucero sobresale en planta, dotando al templo de una planta de cruz
latina. Sorprenden los arcos que comunican el transepto con las naves
laterales, al ser su intradós
polilobulado. El transepto está cubierto con una
bóveda
de
cañón, que arranca de una sencilla moldura y
reforzada por un arco fajón.
Las
naves están divididas en 6 tramos, los tres
últimos ocupados por un coro de piedra del
siglo XV. La división entre las naves se hace mediante arcos
formeros, ligeramente peraltados, que se
apoyan en columnas adosadas a unos pilares.
Los
pilares tienen planta cruciforme o
rectangular, alternándose su
disposición a lo largo de todo el templo. Los primeros
recogen la fuerza de dos arcos formeros y de los arcos fajones de la
nave central y una de las laterales. En este caso los arcos de
la
nave
central son dobles. En cambio, los de planta rectangular
sólo recogen la fuerza de los arcos formeros y de los
fajones
de las naves laterales. Los arcos fajones de la nave central de este
punto descansan en ménsulas que descargan su peso
directamente en el muro.
Los
capiteles de las columnas están tallados muy finamente. Los
motivos con que están decorados son básicamente
vegetales, de aves y historiados. Entre las historias narradas
encontramos la escena de Sansón con el león, una
lucha entre esclavos, que contemplan sus señores y luchas
entre hombres y serpientes.
Desde
el exterior sólo es visible el ábside sur. Es de
planta semicircular, si bien el sector norte fue mutilado al construir
el ábside principal en el siglo XVI. Inicialmente estaba
dividido en tres segmentos, gracias a dos columnas adosadas. La situada
más al norte también se perdió durante
la reforma de la cabecera.
Todavía
se conserva la ventana central, decorada con una arquivolta de medio
punto, apoyada en dos columnas con los capiteles esculpidos. El del
lado derecho tiene representados entrelazados vegetales, que salen de
la boca de un león, mientras que el del
lado izquierdo
encontramos un
ciervo atacado por una fiera. La reja de hierro con que
está decorada la ventana es de época
románica.
En
el sector sur del ábside encontramos una arquivolta de
similares características al anterior, pero sin una ventana
en su interior.
La
cornisa dónde se apoya el tejado, está sostenida
por canecillos esculpidos.
Las
dos puertas de acceso las encontramos en el lado sur del templo.
En
el brazo sur del transepto se abre la Puerta del Perdón. Es
la puerta que utilizan los peregrinos para acceder al templo durante
los
Años Santos.
Fue
construida en el siglo XII y está formada por dos
arquivoltas de medio punto de baquetón. Estas se
apoyan en dos
pares de columnas, que tienen sus capiteles esculpidos con
entrelazados, buena parte de los cuales se han perdido. Rodea
el
conjunto un guardapolvo ajedrezado.
Lo
más destacado de la puerta es su tímpano
esculpido, dónde por primera vez en el románico,
se exponen tres escenas en este elemento decorativo. La escena central
representa el descendimiento de la Cruz. La Virgen y San Juan
sostienen
el cuerpo de Cristo, mientras un personaje retira el clavo de la mano
izquierda con unas grandes tenazas. Por encima de la Cruz encontramos
dos ángeles turiferarios y en actitud de oración.
En la
escena de la derecha, vemos a las Tres Marías
dirigiéndose
al sepulcro, donde se encuentran con un ángel, que
les
muestra el sepulcro vacío. La tercera escena, situada en la
parte izquierda del tímpano, representa la
Ascensión de Cristo a los Cielos. Dos ángeles
ayudan a Jesús a subir hacia el Reino de Dios tal y como se
puede leer en una inscripción del arco que rodea el
tímpano.
El
tímpano se apoya en dos monchetas dónde se han
representado dos fieras, con la cabeza girada hacia el exterior para
observar al pelegrino que se decide a atravesar la Puerta del
Perdón. La del lado izquierdo tiene un aspecto
más simpático que feroz y
más si tenemos en cuenta que se trata de un perro. Por su
parte, la del lado derecho representa un dragón.
Alrededor
de la portalada, encontramos un arco de medio punto, formado con una
imposta esculpida con palmetas. Dentro de este arco encontramos dos
imágenes, que corresponden a San Pedro y a San Pablo. Este
segundo se encuentra a la izquierda y sostiene el libro de los
evangelios con la mano izquierda, mientras que la derecha se muestra
abierta hacia el exterior. En el otro lado de la puerta
encontramos a
San Pedro, que sostiene las llaves del Cielo. A ambos lados de la
cabeza de los apóstoles encontramos dos botones florales.
Por
encima de la portalada encontramos una gran ventana, que ilumina el
brazo sur del transepto. Es de medio punto y está decorada
con una arquivolta, que se apoya en dos columnas con los capiteles
esculpidos con motivos vegetales. Este arco está flanqueado
por dos más, de las mismas características, pero
sin que haya ninguna ventana en su interior. El conjunto se apoya en
una moldura ajedrezada y canecillos es culpidos.
La
otra portalada se abre en el muro sur de la nave y es conocida con el
nombre de Puerta del Cordero, debido a la figura del AgnusDei,
que preside su tímpano.
Está
formada por tres arquivoltas de medio punto, las dos interiores de
baquetón. Todas ellas están decoradas con una
escòcia decorada con palmetas. Un guardapolvo
ajedrezado rodea
el conjunto.
Las
dos arquivoltas más interiores se apoyan en dos parejas de
columnas, que tienen sus capiteles esculpidos. Estos se encuentran en
un estado de conservación más aceptable que los
de la Puerta
del Perdón. El que se encuentra situado más a la
izquierda tiene esculpida una arpía, rodeada por dos otras
bestias. En el siguiente capitel vemos a dos monas, entre las cuales
encontramos un ser humano, las piernas del cual se transforman en
zarpas. En el lado derecho vemos a una mujer con el cabellos
al aire, símbolo de la lujuria, rodeada por un toro y un
demonio. El cuarto capitel tiene entrelazados, que esta vez si han
sobrevivido al paso de los años.
El
tímpano vuelve a ser el elemento más interesante
de la portalada. En la parte central se representa el sacrificio de
Isaac. Encima suyu encontramos al Agnus
Dei dentro de una mandorla
y rodeado por cuatro ángeles. A la izquierda de Abraham
vemos la mano de Dios deteniendo el sacrificio, mientras que un
ángel le muestra un cordero como víctima del
sacrificio.
El
resto de personajes han sido interpretados como soldados romanos,
clara alusión de la presión que este imperio
realizó en los primeros siglos del cristianismo. De derecha
a izquierda
vemos a un personaje sentado ante una tienda de
campaña
militar, probablemente un emperador. A su lado vemos un caballero que
se dirige hacia el centro de la escena. A su lado un hombre
vistiéndose y calzándose las botas. Al otro
lado vemos un soldado con un arco montado a caballo
y otro
que sostiene una vara de mando.
Flanquean
la portalada dos grandes esculturas. A la izquierda vemos a San
Isidoro, con vestido pontifical y báculo en la mano
izquierda,
mientras que con la mano derecha está bendiciendo. En el
otro lado de la puerta encontramos a San Pelayo, sentado en una
silla de tijera. Con la mano izquierda sostiene el libro de los
Evangelios. Sobre las dos imágenes podemos ver
varias piezas escultóricas, que seguramente fueron
reaprovechadas del edificio anterior. Podemos ver a David rodeado de
músicos, símbolos del zodiaco, un soldado con su
espada y escudo, entre otros motivos.
Los
dos monchetas están esculpidas con cabezas de carnero.
A
los pies de la nave se levanta la gran torre de campanario. Tiene
planta cuadrada, la superficie de la cual va disminuyendo a medida que
se gana altura. Destacan los dos pisos superiores. En el más
alto encontramos dos grandes ventanales en cada uno de sus muros,
decorados con una arquivolta, apoyada en columnas con los capiteles
esculpidos. En el piso que hay justo debajo, podemos ver tres arcos de
medio punto. En el de en medio se abre una ventana en forma de
saetera, mientras que los laterales son meramente decorativos. El
tejado a cuatro aguas es de factura posterior.
Si
el interior del templo y sus portalades son elementos muy interesantes
y que justifican la visita a este templo, todavía no hemos
analizado el elemento más característico y por el
que se le conoce en cualquier parte del mundo: el panteón
real.
Se
trata de una parte del primitivo templo, concretamente dos tramos de
las tres naves, que fue destinado a panteón real.
Aquí se enterraron 23 reyes y reinas, 12 infantes y
9 condes. Dos columnas sirven de apoyo a las bóvedas de
crucería, muy
aplanadas, que alrededor del año 1170 se recubrieron de unas
bellas pinturas románicas, que se han conservado casi
íntegramente. A pesar de la espectacular belleza de
las
pinturas, no debemos dejar de contemplar los capiteles dónde
descansan los arcos formeros y fajones, tallados finamente con
motivos
vegetales, animales y con escenas historiadas.
En
la nave central se representó un Cristo en Majestad, rodeado
por la mandorla. Se encuentra bendiciendo con la mano derecha, mientras
que con la izquierda sostiene un libro en el que se lee "EGO
SUM LUX MUNDI". Está
flanqueado por las letras A y
W.
Lo rodean los cuatro Evangelistes, representados en el tetramorf.
A
su lado encontramos una de las escenas más famosas de este
conjunto pictórico: la anunciación a los pastores.
Tres pastores reciben la buena nueva de un ángel.
Completan la escena unos rebaños de cabras, caballos y
vacas.
En
el otro tramo correspondiente a la nave central se
representó la Ultima Cena. Cristo se encuentra en
medio de la escena, flanqueado por san Pedro a la derecha y san
Juan a la izquierda. También vemos a Judas, que
está robando un pescado, símbolo de Cristo. El
resto de apóstoles se reparten alrededor de la mesa. Incluso
hay espacio para el gallo, que indicó las negaciones de
san Pedro.
También
se representó la escena de la matanza de los inocentes. Las
diferentes imágenes se encuentran dentro de arcos de medio
punto, apoyados en columnas con capiteles. En la parte central
encontramos a Herodes ordenando la ejecución de los
primogénitos. Detrás suyo, un soldado armado hace
guardia, mientras que los otros seis hombres ejecutan a los
niños.
En
otra escena podemos ver a Cristo entregando un libro a un
ángel, el cual posteriormente lo dará a uno de
los evangelistes.
Completan
los motivos representados un calvario, la mano de Dios, el
Espíritu Santo y algunos profetas.
En
el intradós de un arco formero encontramos la
representación de los meses del año. Enero se
representa con el dios romano Jano, que tiene dos cabezas y no
sabe
qué dirección tomar, pues en el primer mes
del año se deben tomar numerosas decisiones, que
marcarán el futuro. El mes de Febrero se representa con un
anciano, que se calienta en una hoguera. Marzo está
representado por la poda de la viña. En abril empieza la
primavera y esto hace brotar flores en las manos de un joven. El mes de
mayo está representado por un caballero, por que el buen
tiempo favorece las campañas militares o actividades como la
caza o la cetrería. La siega del arroz se realiza en el mes de
Junio, mientras que la del trigo se hace en Julio. Una vez
segado el trigo hay que batirlo en la era en Agosto. Septiembre es el
mes en que se realiza la vendimia, mientras que en octubre se engordan a los cerdos para poder hacer la matanza
en noviembre y
así poder llenar bien la mesa en diciembre.
Las imágenes del interior del templo y del panteón han sido extraídas del Banco de imágenes del Ministerio de Educación y Ciencia y del álbum de arte Lyceo hispánico, con la intención de ofrecer una visión más completa del monumento. |