Castilla y León - Provincia de Segovia
Iglesia de San Justo y San Pastor
(Sepúlveda, Segovia)
41º 17,917'N ; 3º 44,973'O
Templo románico del siglo XIII muy alterado con el paso de los siglos.
Está formato por tres naves acabadas en tres ábsides semicirculares, que son
los elementos más interesantes del templo. Exteriormente sólo podemos ver dos,
porque el ábside sur quedó escondido, al levantarse sobre él la torre
campanario y adosarse otras construcciones posteriormente.
Externamente los ábsides están decorados con columnas adosadas que tienen
interesantes capiteles esculpidos. El ábside del lado norte tiene una ventana de
medio punto decorada con una arquivolta apoyada en capiteles esculpidos.
Interiormente esta ventana tiene las mismas características con unas aves picoteando
racimos de uva.
El ábside central tenía tres ventanas de similares características, de las
cuales sólo queda una visible. Las dos otras han sido cegadas.
La decoración de la cabecera se completa con una cornisa esculpida con motivos
geométricos y florales y los canecillos en que se apoya.
Los capiteles de los arcos de triunfales de los tres ábsides destacan por la
su bella talla. Los del ábside central son historiados y en ellos se representa la Epifanía
y el martirio de los titulares del templo: San Justo y San Pastor. Los
capiteles del ábside del lado norte tienen representados leones y otras
bestias. Por su parte, en los capiteles del ábside sur se representan arpías y
bestias monstruosas.
Bajo los tres ábsides encontramos una cripta, que mantiene la estructura de la
cabecera del templo. La capilla del lado sur ha desaparecido, cuando se
tuvieron que reforzar los cimientos de la torre. La capilla central se cubre con
bóveda de
cañón, a la que posteriormente se le añadieron unos nervios decorativos,
intentando imitar las bóvedas de crucería góticas. En la cripta se conservan
dos grandes esculturas románicas. Una representa a un obispo bendiciendo,
datada en el siglo XII y la otra tiene esculpida una imagen de la Virgen con
el Niño en el regazo, del siglo XIII.
Las tres naves originariamente estaban cubiertas con bóvedas de cañón, como
lo demuestran las columnas adosadas a los pilares de separación de las naves,
porque éstas debían recoger la fuerza de los arcos fajones. Estas bóvedas no se llegaron a construir nunca y se cubrió el templo con cubiertas de madera.
Destaca la de la nave central, de clara influencia mudéjar.
La torre tiene planta cuadrada y se levanta sobre el presbiterio del ábside sur.
Es muy sencilla y sólo destaca por su altura y por tener unas sencillas
ventanas de medio punto en el último piso.
Desgraciadamente mi visita a Sepúlveda coincidió con la realización de
trabajos de restauración del templo, que imposibilitaron que pudiera visitar
su interior.
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