Reino de Navarra
Monasterio de Santa María la Real de Irache
(Ayegui)
42º 38,978'N ; 2º 2,584'O
El monasterio de Irache es uno de los grandes monasterio navarros. A
diferencia de los otros, prácticamente siempre ha estado ocupado, excepto
en pequeños momentos durante los siglos XIX y XX (invasión napoleónica
de 1809
y exclaustración de 1839). Esto ha permitido que se conserven casi todas las
dependencias monacales.
Sus orígenes los encontramos antes del siglo X, pero la primera
constancia escrita de su existencia data del año 958. Está situado en el
camino que comunica Navarra con La Rioja y junto al camino que va hacia
Compostela. Esto propició que durante los siglos XI y XII el monasterio fuera
adquiriendo una fuerte importancia.
El templo actual se empezó a edificar en el siglo XII. A esta época corresponde
la cabecera y el crucero. El resto del templo corresponde al siglo XIII y se
construyó según las reglas que marca el Císter.
En la cabecera se abren tres ábsides semicirculares. Se accede al principal
desde un doble arco triunfal apuntado, con capiteles decorados ricamente con
motivos vegetales y historiados. Con respecto a la decoración, lo encontramos
dividido horizontalmente en tres tramos separados por impostas decoradas con
tacos, motivos vegetales y puntas de diamantes. Esta última se prolonga por
el crucero. La parte inferior del ábside no tiene decoración. En el tramo
intermedio podemos ver una serie de arcos de medio punto, algunos ligeramente
apuntados, con tres arquivoltas que se sustentan en columnas con capiteles
historiados. La más exterior está también decorada con tacos. En este nivel
se abren tres grandes ventanas. En el piso superior una serie de ojos de buey
que se alternan con arcos ciegos de medio punto.
Los ábsides laterales, mucho más pequeños, tienen una ventana abocinada de
medio punto con una arquivolta que descansa sobre dos columnas con capiteles
decorados, situada entre dos impostas.
Se cree que existió un cimborrio románico sobre el crucero, sustentado por
cuatro trompas. Posteriormente, en el siglo XVI, se sustituyó por una cúpula
con bóveda de media naranja. En las cuatro esquinas hay un gran capitel
enmarcado entre dos cabezas, bajo el cual podemos encontrar imágenes de los
cuatro evangelistas apoyados en un capitel vegetal. Externamente forma un
cuerpo octogonal. En las esquinas encontramos unos cilindros con cúpula cónica
divididos por pequeñas columnas.
La iglesia tiene tres naves de tres tramos cada una. La principal es el
doble de ancha que las laterales. El crucero tiene la misma altura que la
nave principal y no está destacado en planta. Las naves están cubiertas
con
bóvedas de crucería que se sustentan en grandes pilares cruciformes con
columnas y medias columnas adosadas. Los capiteles están decorados de
manera muy simple, siguiendo la línea del Císter, con motivos vegetales.
Las
claves de bóveda tienen medallones esculpidos.
El ábside central tiene adosados unos contrafuertes que le dan un aspecto
muy sobrio. Se pueden ver los cinco ojos de buey y las tres grandes
ventanas de medio punto que iluminan el presbiterio. Estas tienen una
arquivolta con finas columnas con capiteles decorados que la sustentan. Bajo
la cornisa se encuentran unos canecillos decorados
con cabezas de animales,
monstruos y personas. A continuación podemos encontrar unos arcos trilobulados que también descansan en
canecillos esculpidos con los mismos
motivos.
Los ábsides laterales están divididos por columnas adosadas. En la parte
central se
abre una ventana de medio punto, que sigue el estilo de decoración
de las del principal. También encontramos arcos trilobulados y
canecillos decorados bajo el tejado.
En el
lado norte encontramos la puerta de
San
Pedro. Formada por cinco
arquivoltas en gradación apuntadas, que se apoyan cinco pares de columnas.
Estas tienen los capiteles decorados con motivos historiados. Debido a la
erosión cuesta reconocer las imágenes. Destacan, en el
lado derecho, caballeros, animales, luchas entre centauros, arpías, ...
En el lado izquierdo, dónde están más deteriorados los capiteles,
se encuentran el
sueño de San Martín, y animales fantásticos.
En el centro de la primera
arquivolta encontramos un Crismón.
Es una lástima el estado de abandono en que se encuentra toda esta zona,
ya sea por la espesa
vegetación, como por la puerta de hierro que hay
colocada, que desvirtúan esta portalada.
El otro acceso al templo desde el exterior se realiza a través de una
portalada con atrio que hay
en los pies de la nave. Un arco apuntado doble da
paso al atrio, cubierto con dos tramos de cañón ligeramente apuntados, que
se soporta en tres arcos acabados en ménsulas con cabezas de bestias. La
puerta es del siglo XII y está formada por cinco arquivoltas lisas apoyadas
en columnas con los capiteles decorados con elementos vegetales. Como en la
portalada de San Pedro, sobre la primera arquivolta encontramos un crismón
esculpido y que tiene la característica de estar sostenido por la mano de
Dios. Sobre el pórtico medieval encontramos un coronamiento
barroco del siglo
XVIII con las imágenes de la Virgen Inmaculada y de San Veremundo. Junto
a la portalada hay una gran torre, acabada a principios del siglo XVII en
estilo herreriano e inspirada en las torres del monasterio del Escorial.
El monasterio tiene dos claustros. El más antiguo es el más interesante de
los dos y está junto a la iglesia. Se comunica con el templo a través de
la denominada Puerta Especiosa. Construida como si fuera un arco
triunfal, tiene tres arcos de medio punto sobre los que encontramos una
imagen de la Ascensión de la Virgen, rodeada de ángeles y de San Benito
y san Bernardo. En el frontón encontramos la imagen del Padre Eterno. A
los lados del arco encontramos las imágenes de
San Pedro y San
Pablo.
El
claustro está
construido en estilo plateresco.
Fue edificado a lo largo del siglo
XVI. Tiene planta rectangular y encontramos
galerías con arcos apuntados y
bóvedas de estrella ricamente decoradas con
medallones. Los pilares octogonales, sobre los que descansan los nervios
también están decorados. El piso superior es manierista.
La construcción de este claustro corresponde con un segundo momento de
esplendor del monasterio, que había entrado en decadencia a los siglos XIV
y XV
Son de la misma época la sacristía y la sala capitular, de la que destaca
su
bóveda estrellada construida el año 1574.
El apogeo del monasterio
en el siglo XVI provocó que albergara un colegio, que
fue convertido en universidad el año 1615. Fue necesario
construir nuevas dependencias
y un nuevo claustro de grandes dimensiones. En la
actualidad se está restaurando todo este recinto para hacer un
Parador
Nacional.
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