En el casco antiguo de Pamplona se encuentra este pequeño edificio del siglo XIII. Es el único edificio civil de la época gótica que se conserva a la ciudad.

Carlos V adquirió este edificio con el objetivo que la Cámara de Comptos tuviera una sede estable. Es el tribunal de cuentas más antiguo del estado español. Se constituyó en el año 1365 por orden de Carlos II. En este edificio se acuñaba la moneda del Reino de Navarra. A pesar de la conquista de Navarra por parte de Castilla la institución se mantuvo hasta el siglo XIX. Cuando Navarra recuperó las competencias forales, la institución volvió a ocupar el edificio.

Es una sólida construcción de piedra, a la que se accede por un gran arco apuntado. La puerta está ubicada en una torre en la que también se pueden apreciar unas ventanas geminadas y el escudo de armas reales de España, que fue colocado en el siglo XVIII.

En el interior hay un patio al que se accede por un pasillo cubierto con bóveda de cañón apuntada. En el patio se pueden encontrar algunos restos arqueológicos de la desaparecida ermita de San Nicolás de Sangüesa, un sepulcro gótico y algunas otras piezas de interés de diferentes partes de Navarra.

Su archivo es muy interesante, al contener documentos sobre las cuentas del Reino de Navarra desde la edad mediana hasta el día de hoy.