Templo con orígenes románicos, si bien en la actualidad casi no se conserva nada de este estilo. Su construcción se inició a finales del siglo XIII, en unos terrenos propiedad del rey Sancho el Sabio.

En el siglo XIV sufrió la primera reforma cuando se construyeron las naves laterales actuales y la portalada del lado del Evangelio. La estructura del templo es de esta época. Tiene tres naves, divididas en cuatro tramos. Las laterales están cubiertas con bóvedas de crucería, como sucede en el ábside poligonal de la cabecera, en este caso estrellada.

La nave central está decorada según los gustos del neoclásico, como la fachada oeste. Esta sustituyó a la anterior. En el siglo XVIII se construyó una torre de campanario sobre el primer tramo de la nave central. El 26 de diciembre de 1846 se derrumbó, llevándose por delante parte de la nave central y de la fachada.  Por este motivo fueron reconstruidas en estilo neoclásico. Las torres de la fachada no fueron coronadas hasta principios del siglo XX.

La portalada norte es de construcción románica. Fue abierta en el tercer tramo de la nave y está protegida por un pórtico de factura posterior.

Está formada por tres arquivoltas de medio punto, que se apoyan en tres pares de columnas y está protegida por un guardapolvo ajedrezado.

Sus capiteles están esculpidos con motivos vegetales.

El primer y tercer arco están decorados con motivos florales.

En la dovela central del arco interior hay un crismón.

Junto a la puerta se conservan algunas estelas funerarias.

La puerta del lado de la Epístola sigue el estilo gótico. Fue construida en el siglo XIV. Está formada por arquivoltas apuntadas, que se apoyan en columnas con los capiteles de tipo vegetal, entre los que también aparecen algunas figuras humanas.