Fue edificado por el Rey Silo entre el año 774 y el 783. Se trata de la iglesia prerrománica más antigua que todavía se mantiene en pie. Se sabe que la construyó este rey gracias a la conocida piedra laberíntica de Silo donde se puede leer 45760 veces la frase Silo Princeps Fecit (Lo hizo el Rey Silo). Fue edificada como iglesia palatina y se consagró bajo la advocación de San Juan Apóstol.

El Rey Silo trasladó su corte de Cangas de Onís a Pravia. También se edificó un palacio, que a la muerte del rey se convirtió en monasterio. No se conoce su ubicación, si bien se supone que estaría cerca del templo.

El templo tiene planta basilical con tres naves separadas por arcos de medio punto que descansan en pilares de planta cuadrada con las aristas en chaflán. El templo tiene cubierta de madera. Destaca que el suelo del edificio está configurado en diferentes niveles. La nave sur es dónde el nivel es más bajo. En esta nave podemos observar una piscina bautismal para hacer el rito de la inmersión. Es de tradición hispanovisigoda y no encontramos ninguna otra similar en todo el prerrománico asturiano. Fue descubierta durante las obras de restauración que se hicieron en el año 1975. En el siglo XVI se alzó el suelo de toda la iglesia más de medio metro para poder hacer enterramientos.

Originariamente la iglesia tenía un único ábside con forma semicircular por el interior, pero exteriormente era de planta cuadrada. Las naves laterales acababan en el transepto. El actual crucero y presbiterio se construyeron en el siglo XVII. Durante la restauración del siglo pasado se descubrieron los cimientos del ábside primitivo y se colocaron losas en el pavimento que resiguen su forma.

El pórtico fue concebido como panteón real con el objetivo de guardar los restos del rey Silo y su esposa Adosinda. Los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre si finalmente fueron enterrados en este lugar o no. Sobre la puerta de acceso podemos ver los restos de la inscripción laberíntica de Silo. Según consta en escritos del siglo XVII, originariamente estaba colocada en el arco entre la nave principal y el crucero. Se cree que se rompió en 1637 y restó desaparecida hasta la restauración de 1975, en que se encontró este pequeño fragmento.

De la decoración original casi no queda nada. A finales del siglo XIX se encontraron,detrás de un retablo, un fragmento de verja y una mesa de altar, la más antigua de Asturias. Estos dos elementos están en un palacio de Cudillero y en el templo se muestran unas reproducciones. La verja tiene esculpidos motivos vegetales como hojas y racimos de uva.  La mesa de altar está apoyada en un pilar de sección cuadrada pero con chaflanes. A principios del 2001 se descubrieron nuevos fragmentos decorativos como una lápida dónde se ve esculpido un edificio de tres plantas, posiblemente el palacio real.

Son curiosas las ventanas, con arco de herradura, que podemos encontrar ente los muros laterales a los pies de las naves. En el crucero había ventanas de características similares, pero de dos ojos. En la nave norte podemos ver una ventana restaurada y colocada en la pared, sobre la puerta que conduce a la tribuna que hay sobre el pórtico.

También destaca el calvario románico que se conserva en el interior. Formado por un Cristo Crucificado y dos personajes que lloran su muerte. Pese a que los faltan algunos fragmentos de la policromía y que Cristo está mutilado, es un conjunto digno de ver. Durante la Guerra Civil lo intentaron quemar.

El edificio, como ya hemos comentado, sufrió muchas reformas durante los siglos XVII y XIX. Las últimas reformas corresponden a los años 1975 y 1980. En este momento se retiró la espadaña de la nave principal y se colocó en la ubicación actual, junto al templo.