Principado de Asturias
Monasterio de Santa María de Obona
(Tineo)
43º 20,392'N ; 6º 28,791'O
Los orígenes de este monasterio, situado en la ruta del Camino de Santiago
que pasa por Oviedo por orden de Alfonso IX, son confusos. Durante muchos
años se ha creído que fue fundado por Adelgaster, hijo del rey Silo, en el año
780. Esta teoría se basaba en un supuesto escrito del siglo XVII, hoy en día
desaparecido, y que se ha demostrado que era falso. Parece más probable que
en el siglo X se edificara un cenobio benedictino en la zona, pero no se han
encontrado documentos ni restos que avalen esta teoría. Lo que si podemos
afirmar es que la actual iglesia es del siglo XIII y se construyó según las
reglas del Císter.
El templo tiene planta basilical y está formato por tres naves de cinco
tramos separadas por arcos apuntados que se apoyan en robustos pilares en
forma de T. Las tres naves tienen cubierta de madera, aun cuando parece que
inicialmente existió una vuelta de cañón ligeramente apuntada. En el
momento de su construcción la cabecera estaba formada por tres ábsides
semicirculares, pero posteriormente el del lado derecho fue modificado y ahora
tiene planta cuadrada. La decoración en el interior es escasa, siguiendo los
criterios cistercienses. Tan sólo podemos ver los capiteles del arco triunfal
decorados y un friso de dientes de sierra en el ábside principal.
Destaca el gran Cristo Crucificado que hoy cuelga del arco triunfal. Antes de
la última restauración del templo se podía observar en un retablo situado
en el
ábside izquierdo. Data del siglo XII y es una de las muestras más
interesantes del románico asturiano. Por eso sorprende el estado de dejadez
en que se encuentra. Como se puede observar en las fotografías, si bien fue restaurado recientemente, está
lleno de excrementos de pájaros. No es de
extrañar si vemos el estado de abandono que tiene todo el conjunto monástico,
pese al su valor. Disputas y discusiones políticas al ayuntamiento de Tineo
hacen que no se preste más atención a este monumento.
Exteriormente el ábside principal está decorado con una cornisa decorada con
bolas y sustentada por canecillos. Dos columnas cilíndricas lisas recorren el
ábside y lo dividen en tres tramos. Cada uno de ellos tiene una gran ventana
de medio punto. Las columnas están acabadas en capiteles decorados con
motivos florales.
La portalada se sitúa a los pies de la iglesia. Es de concepción muy simple.
La puerta está rodeada de cuatro arquivoltas de medio punto que se sustentan
en ocho columnas cilíndricas, las interiores muy deterioradas. Los capiteles
no tienen ningún tipo de decoración. Corona la portalada un tejaroz
sostenido por canecillos sin esculpir. Por encima de la portalada encontramos
una gran ventana rectangular que se hizo en el momento de la construcción del
coro y una más pequeña, sobre la cual encontramos una espadaña de tres
ojos.
Las dependencias monásticas datan del siglo XVII. Destaca la puerta al
monasterio dónde podemos ver un escudo real de Castilla y León y una imagen de
San Benito.
Del resto de dependencias muy deterioradas, destaca el
claustro del que sólo se construyeron dos alas y un arco de la tercera. Las
dos galerías construidas se dividen en dos pisos de diferente concepción. El
piso inferior está formado por arcos de medio punto que se apoyan en pilares
de planta cuadrada. En la planta superior encontramos ventanas cuadradas que
se sitúan entre pilastras que arrancan de los pilares del piso inferior.
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