Aragón - Zaragoza
Castillo de los Moros
(Torrijo de la Cañada, Comunidad de Calatayud)
41º 28,408'N ; 1º 12,577'O
El rey Pere el Ceremonioso, en 1357, ordenó demoler la mitad del pueblo,
fortificar la otra mitad, y construir un castillo en la cima que había
junto al pueblo. Esta decisión fue tomada para proteger el paso hacia Calatayud
durante la " Guerra de los Pedros", en la que se enfrentaba al rey de Castilla
Pedro el Cruel. Un año después fue conquistado por los castellanos. Pedro
el Cruel dejó al caballero don Hernan Gutiérrez de Sandoval como gobernador
del castillo. Los habitantes de Torrijo, cansados de la tiranía de este
gobernador, se sublevaron y conquistaron el castillo, poniéndolo de nuevo bajo la protección del rey Pere el Ceremonioso. Durante los cuatro siguientes
años, el castillo fue conquistado por los castellanos en tres ocasiones, pero
nuevamente las tropas catalano-aragonesas se hicieron con su control. La
última vez que el castillo participó en una acción bélica fue en 1452.
Popularmente es conocido como el Castillo de los Moros, si bien, como acabamos
de ver su construcción corresponde al rey catalano-aragonés Pere el
Ceremonioso, en sus luchas con el reino de Castilla por defender la frontera.
La importancia del castillo, no era tanto por la fortaleza de sus muros, si no
por estar ubicado en un enclave estratégico para defender las fronteras. Tenía planta rectangular,
llegando a los cuarenta metros de largo.
En su interior se levantaba una torre, también rectangular, que llegaba a los
siete metros de altura.
Hoy en día, sus muros a duras penas llegan al metro y medio.
Del resto de sus muros destacan dos lienzos de pared que mantienen todo
su esplendor con la coronación de almenas.
También se conserva un fragmento importante en el sector norte. Por la parte
interior podemos ver lo que parece ser el arranque de una bóveda de cañón,
correspondiente al piso inferior.
Es interesante la rampa de acceso al castillo. Está protegida por uno de los
muros del recinto y acaba en un arco de medio punto, que todavía se mantiene en pie,
si bien como el resto del castillo muy deteriorado.
Desgraciadamente, en nuestra visita al castillo el verano del 2012 pudimos
constatar el constante olvido de este monumento por parte de las
instituciones. Por el momento la única actuación ha sido colocar unas
barandillas a modo de mirador en la parte menos representativa de la
fortificación.
El resto del castillo sigue en un estado deplorable, especialmente la rampa de
acceso, casi impracticable por la vegetación. Es realmente difícil y peligroso
acceder a los restos del castillo desde el pueblo. Si no se quiere correr
ningún riesgo, recomendamos el acceso que hay a la salida del pueblo en la
carretera que va a
Bijuesca.
Todo el recinto está en unas pésimas condiciones de conservación, como el resto
de edificios históricos del pueblo. Algunos de los pocos muros que todavía
se mantienen en pie se están hundiendo, como se puede ver en las siguientes
imágenes.
A pesar de su pasado glorioso, Torrijo de la Cañada no ha sabido conservar su
patrimonio, debido a que hasta no hace muchos años, como en numerosos lugares de
nuestra geografía, lo antiguo no tenía ningún valor.
En el castillo se puede ver claramente esta poca consideración por los
monumentos que tenían las administraciones, pues dentro de su recinto se
construyó un depósito de agua que desentona profundamente con el entorno. Al
ser el pueblo de mis antepasados, me duele ver este estado de dejadez. Espero
que pronto se le ponga remedio a esta situación.
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