Aragón - Huesca
Colegiata de Santa María
(Alquézar, Somontano de Barbastro)
42º 10,333'N ; 0º 01,676'E
El elemento más destacable de esta turística población es su
castillo-colegiata, situado en la cima de una montaña presidiendo el pueblo.
Es un conjunto religioso y militar, el origen del cual los debemos situar
en época musulmana, cuando en el siglo IX se construyó una fortaleza. Era
territorio de frontera entre musulmanes y cristianos, de ahí el valor estratégico
de Alquézar. En 1065 las tropas de Sancho Ramírez se hicieron con su
control.
Del castillo románico, situado en la parte más alta de la montaña, sólo
quedan en pie una pequeña ermita y una torre, las dos en muy mal estado de
conservación. También pertenecían a esta fortificación la torre albarrana y una
torre adosada a la muralla. En referencia al patrimonio religioso románico lo más
destacado es la pequeña parte del claustro que se conserva, posteriormente
rehecho, una pila bautismal y una talla del Cristo de Lecina. En el
interior de la iglesia, durante las tareas de restauración que se están
llevando a cabo en la actualidad, se han descubierto unos fragmentos de pinturas murales
cerca de la puerta de acceso. Debido a estas obras no pude fotografiar el
interior del templo.
Nos da la bienvenida a la colegiata una puerta gótica coronada por un bajorrelieve
de los santos Nunilo y Alodia.
La colegiata actual es del siglo XVI. Se accede a ella por una puerta
ojival que da acceso al piso inferior del claustro. Corona la fachada una
arqueria típica aragonesa.
El claustro tiene planta irregular de forma trapezoidal, ya que se tuvo que adaptar al terreno. La galería más pequeña tan sólo tiene tres
arcos, mientras que la más larga llega a los diez. Todos los arcos
descansan en parejas de columnas. Los románicos son historiados, mientras que
los más modernos son muy estilizados, teniendo unas pequeñas muestras de
decoración vegetal en la parte superior. El piso superior está
construido con ladrillo al estilo típico aragonés.
El piso inferior de la galería que está adosada a la iglesia se construyó
con elementos reaprovechados del anterior claustro románico, si bien de una
manera muy tosca. En la parte baja de uno de los arcos se empotró un sarcófago
que provocó una clara asimetría de los arcos. En el momento de rehacer estos
arcos se colocó el ábaco como baza y los arcos descansan directamente en los
capiteles.
La galería románica destaca por la talla de sus capiteles. Todos ellos
descansan sobre dobles columnas. El capitel más interesante es el de la
Creación de Adán. En él podemos ver a Dios representado con tres
cabezas, una imagen del misterio de la Santísima Trinidad, imponiendo el
alma a Adán a través de la oreja izquierda. Toda la escena está esculpida
dentro una mandorla, sostenida por ángeles. Todavía se conserva parte de la
policromía que lo decoraba.
Otro de los capiteles interesante es en el que podemos ver a diez personajes
que representan a San Pedro, con las llaves del Cielo en las manos; San
Ramón, obispo de Barbastro; unos monjes portando agua bendita y un códice;
y dos personajes que arrastran a un demonio atado con una cuerda.
También se representa la escena del Diluvio Universal y el Arca de Noé. El
barco está dividido en tres plantas: en la inferior podemos ver los animales
terrestres, en la de en medio la familia de Noé y en la superior parejas de
aves.
En otro capitel se representa el sacrificio de Isaac. En él podemos ver a
Abraham a punto de sacrificar a su hijo, justo en el momento el que el Ángel
del Señor lo para y le da un cordero para el sacrificio. También vemos a un
hombre asando un cordero.
También podemos ver un capitel dedicado Caín y Abel y también a la tentación
en el Paraíso. En el lado derecho se puede ver a Adán y Eva a ambos lados del
árbol prohibido. En la cara que da al claustro vemos a Abel con un
rebaño de ovejas apiladas en dos columnas. En la cara izquierda podemos ver
como Caín mata a su hermano Abel. En la cara interna del capitel observamos a
Caín labrando la tierra.
El último capitel que nos queda por analizar es el que muestra a Salomé,
contorsionada, bailando ante unos comensales. En la cara interior se
puede ver Herodes con la cabeza de San Juan Bautista.
El claustro también está decorado con pinturas murales del siglo XV y XVI.
El estado de conservación es bastante malo, pese a que en el año 2001 se
restauraron.
Vale la pena acercarse hasta Alquézar para disfrutar de esta
colegiata-fortaleza, pero también para pasear por sus calles y por perderse
por sus alrededores. Como muestra la vista que se tiene desde la entrada a la
colegiata.
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