El templo románico del siglo XI, fue muy modificado entre los siglos XVI y XVII, cuando se amplió.

El elemento más característico es su torre campanario, según algunas fuentes emparentada con las iglesias del Serrablo.

El campanario tiene cinco pisos de altura. Los tres primeros son claramente románicos, mientras que el cuarto parece que también lo es pero de una etapa posterior. El quinto, en cambio, fue construido alrededor del siglo XVII.

El primer cuerpo está separado del resto por una sencilla imposta. En él se abre una curiosa ventana, que ha servido a los estudiosos para emparentarlo con los templos mozárabes del Serrablo. Tres bordones hacen las funciones de parteluz y sostienen un dintel liso, en la que se apoya un arco de descarga de medio punto.

Encima suyo encontramos otra interesante ventana, en este caso geminada, sobre la que hay una de medio punto, de mayores dimensiones.

Esta ventana parece que podía haber alojado dos ventanas geminadas en su interior, si nos fijamos en los elementos que aún se conservan y en la estructura de la ventana que hay en el lado norte.

En el cuarto piso se abrían unas ventanas geminadas y protegidas por un guardapolvo. Actualmente están cegadas.

En la parte inferior de la torre, podemos ver los restos de unos grandes arcos, que permitían el acceso al templo a modo de atrio y que con las ampliaciones del templo fueron cegados.