Provincia de Barcelona
Sant Quirze de Pedret
(Cercs, Berguedà)
42º 11,286'N ; 2º 1,518'E
Las primeras noticias que nos han llegado de este lugar son del año 983, si
bien la iglesia no aparece en ningún documento hasta el año 1248. A partir
del siglo XVIII el templo empieza a deteriorarse debido al abandono a que
estuvo sometido, hasta que en 1964 se realizaron unas obras de restauración que
permitieron restablecer el culto.
El templo se caracteriza por la mezcla de elementos prerrománicos y románicos.
Se inició su construcción en el siglo IX con una iglesia formada por una
sola nave acabada en un ábside trapezoidal, cubierto con bóveda de piedra
ultrapasada. En el siglo X se amplía el templo con la construcción de dos
naves laterales acabadas en unos ábsides con planta de herradura. A finales
del siglo X o principios del XI se añadió un cuerpo a los pies de la nave
central, que posteriormente se reconvirtió en pórtico.
La nave sur se hundió parcialmente en el siglo XIII. Debido a este incidente
se reforzaron los arcos y las cubiertas, para evitar que se volviera a repetir
un accidente de estas características.
Las cubiertas de las naves son de madera. La de la nave central es de dos
aguas, mientras que las laterales sólo tienen una. Durante la última
restauración se sustituyeron por las actuales. Las naves se separan
entre si mediante arcos de herradura dovelados, que descansan directamente en pilares rectangulares. El desnivel del terreno hace que el
suelo de la
nave norte esté más elevado que el de las otras dos.
Los ábsides se comunican con las naves a través de arcos de herradura
dovelados, que se apoyan en columnas con el capitel esculpido con motivos
geométricos sencillos. Tanto el de la nave central como el de la nave sur se
reconstruyeron durante las obras de restauración.
La puerta de acceso se encuentra en el muro sur. Se construyó en época románica
y está formada por dos arcos de medio punto dovelados en gradación,
protegidos por un guardapolvo. El más exterior se apoya en dos columnas, muy
erosionadas, con los capiteles esculpidos con diferentes bestias.
Sant Quirze de Pedret no sólo destaca por su arquitectura. También son muy
importantes las pinturas murales que decoraban sus muros. Están datadas en el
siglo XI y fueron realizadas por el denominado Maestro de Pedret. Desgraciadamente
se perdieron en su mayoría. Buena parte de lo que ha llegado hasta nuestros días
se conserva en diferentes museos. En el templo se pueden ver reproducciones
de estos fragmentos.
En el ábside central podemos ver la reproducción de dos imágenes
prerrománicas, datadas en el siglo X, que se descubrieron bajo las pinturas románicas.
Están situadas a ambos lados de la ventana que hay en el centro del ábside.
Son las imágenes más conocidas de Sant Quirze de Pedret. En el lado derecho
encontramos la figura de un personaje vestido con túnica y con los brazos
abiertos, dentro de un círculo coronado por un pájaro. En el lado izquierdo
encontramos una cruz griega en el centro de la cual está representado un jinete
armado, acompañado de un hombre, un perro y un pájaro. Flanquean la cruz dos
figuras humanas: una con una gran vestimenta y la otra desnuda y que lleva un
bastón. Las pinturas originales se conservan en el Museu Diocesà y Comarcal
de Solsona.
También se conservan en este museo algunos fragmentos de las pinturas
románicas que decoraban el ábside principal y parte de la nave central. En
ellos se puede ver representado el martirio de Sant Quirze y Santa Julita, así como
los Ancianos y los Jinetes de la Apocalipsis, el sacrificio de Isaac y a Caín
y Abel presentando ofrendas a Dios.
Desde el año 1922 se conservan en el Museu Nacional d'Art de Catalunya las
pinturas murales que decoraban las absidiolas laterales.
En la del lado sur podemos ver, si bien en un estado de conservación
muy deficiente, a la Virgen María presidiendo la bóveda. Por debajo suyo
encontramos la parábola de las vírgenes prudentes y las de poca cordura. En
el nivel inferior se representaron cortinas.
En el templo se han reproducido estas pinturas, si bienesta reproducción
no se ha limitado a los fragmentos conservados, si no que se ha pintado el ábside
en su totalidad.
En la absidiola norte, peor conservada debido a la humedad, estaban
representados los doce apóstoles, con San Pedro entronizado en la parte
central. En la bóveda se cree que se representó la imagen de Dios. El nivel
inferior, como en el ábside sur, estaba decorado con cortinas.
Para llegar al templo hay que cruzar un puente gótico, de tres arcos
apuntados, que se apoyan directamente en la roca. El central es mucho más grande
que los otras dos.
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