Castilla y León - Provincia de Soria
Murallas
(Ágreda)
41º 51,271'N ; 1º 55,000'O
Los orígenes de Agreda hay que situarlos en época romana, debido a que era un punto estratégico en el camino que comunicaba Astúrica (Astorga)
con Caesaraugusta (Zaragoza). Durante la dominación árabe, entre los
siglos IX y X, se construye el primer recinto fortificado, al encontrarse en
tierra fronteriza. Son los ejercidos navarros y aragoneses los que durante el
siglo XI intentarán conquistar la villa de Agrita.
El primer recinto fortificado que se construyó es el que rodeaba la alcazaba.
Data de los siglos VIII e IX. Posteriormente, después de la
conquista de la ciudad por tropas aragonesas en el siglo XII, se reformó y
amplió. A pesar que gran parte de estos muros no corresponden a la época románica,
ni a la gótica, si no que son de la época califal, he creído interesante
comentarlos por su valía.
Dentro este primer recinto fortificado, situado junto al barranco de la Muela, se
levanta la torre de Mota, de la que todavía se pueden ver parte de sus muros,
si bien la mayoría corresponden a las reformas del siglo XII, cuando se
amplió.
Recientemente se ha rehabilitado totalmente esta torre, tal y como se
restauren actualmente los edificios, dotándolo de una excesiva "modernidad"
que le resta gran parte del encanto que tenia. Hay veces que mejor no tocar
nada...
Cerca de la Torre de Mota encontramos una de las puertas de la muralla que se
conservan de época musulmana. Se conoce como Puerta del Agua o Puerta de la
Alcazaba , formada por un sencillo arco de herradura.
A poca distancia de aquí encontramos la otra puerta que se ha conservado, de
las cuatro que tenía el recinto. Se trata de una puerta de época emiral,
datada en el siglo IX, que comunicaba la alcazaba con la necrópolis
musulmana que había en una cima próxima.
Una vez conquistada la ciudad por los aragoneses, empiezan a crearse nuevos
barrios. A medida que crece la población se fortifican estos barrios, pero no
con una ampliación de la muralla, si no que cada barrio tiene la suya.
El segundo recinto fortificado fue el que ocuparon los repobladores que venían
del pueblo de Yanguas .
En su interior se levantaron los templos de Nuestra
Señora
de la Peña y de Nuestra Señora de Yanguas. La muralla tenía cinco
puertas de las que todavía se conservan la de Santo Domingo, Los Pilares y
la de Santiago.
El siguiente núcleo en construirse fue el que rodeaba la iglesia de la Virgen
de Magaña y de San
Juan Bautista. También se abrieron cinco puertas en los muros de la muralla y
se levantaron grandes torres como la de Costoya, todavía en pie.
El último recinto fortificado que se construyó fue el que rodeaba la iglesia de
San Miguel
y también contaba con cinco puertas, de la que solo se conserva la puerta de
Almazán, junto a la torre del Tirador.
Posteriormente, en 1573, Felipe II mandó construir la
última puerta de la muralla para conmemorar su victoria en la Rebelión de las
Alpujarras, donde la población morisca se había sublevado en contra de los
recortes que habían sufrido sus libertades. Esta puerta comunicaba el barrio
moro con el resto de la población y por este motivo se cerraba por las noches,
hasta que en 1609 se produjo la expulsión definitiva de los moriscos de toda
la península.
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